Ejerciendo la diplomacia en el Reino Unido y México

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En el Reino Unido y México, logramos firmar 11 convenios institucionales en beneficio de nuestro país, durante el 2016. Nuestro trabajo se fundamenta en la diplomacia, asesoría, gestión y promoción cultural, organización y comunicación estratégica. Es importante mencionar que somos el primer centro digital mexicano de su tipo a nivel internacional, que ha logrado empoderarse no sólo en el extranjero sino también en México, a través de convenios, eventos, publicaciones, reconocimientos y premios. Con estos resultados demostramos cada día que somos dignos embajadores de la cultura mexicana en todo el mundo. ¡Muchas gracias por el apoyo!  


Convenio de colaboración con la Librería Paz de Guanajuato, México. 

  • 15 de enero: Conferencia “Una mirada al cine”, del Mtro. Jorge Santoyo Santoyo. Presentó David Romero Morales. En la Librería Paz de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 22 de enero: Conferencia “Física cuántica”, del Ing. Gustavo Cabrera Flores. Presentó Eduardo Estala Rojas. En la Librería Paz de Guanajuato. Entrada gratuita. 

Convenio de colaboración con la Alianza Francesa de Guanajuato, México.

  • 25 de febrero: Presentación del libro “Maximiliano I de México. Ensayos sobre la recepción literaria de un episodio histórico”, del Dr. Andreas Kurz. Presentó Eduardo Estala Rojas. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 21 de abril: Charla “Hablando de escritores”, de la Lic. Elena Ortiz Muñiz, con la participación de los alumnos de la Escuela Guanajuatense de Pequeños Escritores. Presentó Eduardo Estala Rojas. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 28 de abril: Conferencia “Vicente Leñero y su escritura cinematográfica”, del Mtro. Demián Aragón. Presentó Eduardo Estala Rojas. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 27 de mayo al 15 de junio: Exposición de dibujos de prensa “La libertad de expresión en la caricatura árabe y Charlie Hebdo”. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 27 de mayo: Foro “La libertad de expresión en Guanajuato”. Participaron: Patricia Rodríguez, Velio Ortega, Kennia Velázquez y Yann Godbert. En la Plazuela de San Fernando, de la ciudad de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 13 de octubre: Conferencia “México y Guanajuato lectores de Alexandre Dumas desde sus orígenes Siglo XIX”, del Dr. Andrés Escobar Gutiérrez. Presentó Eduardo Estala Rojas. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 

Convenio de colaboración con el H. Ayuntamiento de Guanajuato, a través de la Dirección de Cultura y Educación, México. 

  • 13 de abril: «Diálogo con libreros de Guanajuato». Participaron: Juan Rodríguez Luna, José Carlos Maldonado Moreno, Guillermo Aquino Ontiveros, Alejandra Espinosa Andreu, Eduardo Estala Rojas. En el Jardín Reforma, de la ciudad de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 22 de abril: Entrega de reconocimientos del H. Ayuntamiento de Guanajuato, a través de la Dirección de Cultura y Educación, México, a los libreros que trabajan en beneficio de la cultura guanajuatense. Otorgados a Juan Rodríguez Luna,  José Carlos Maldonado Moreno, Guillermo Aquino Ontiveros, Armando Vega Ramos, Luis Romero Martínez, David Romero Morales, Ignacio Navarro Camarena, David Osiris Angulo Soto. En el Museo de Sitio Ex Convento Dieguino, de la ciudad de Guanajuato. Entrada gratuita. 

Convenio de colaboración con la Universidad de Guanajuato, a través de la División de Ciencias Sociales y Humanidades Campus Guanajuato, el Departamento de Letras Hispánicas, sus dos Cuerpos Académicos Estudios de poética y crítica literaria hispanoamericana y Estudios literarios, configuraciones discursivas y poéticas, y la Alianza Francesa de Guanajuato, México, para el tercer ciclo del Programa de Fomento a la Lectura “Pasando Corriente. Charlas sobre Literatura». 

  • 14 y 23 de abril: Charlas informativas sobre los programas académicos y culturales de la Alianza Francesa de Guanajuato y el Departamento de Letras Hispánicas. En ex-convento de Valenciana; Mineral de Valenciana, Universidad de Guanajuato, y en la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 5 de mayo: Charla “No hay dolor más grande que el dolor de ser vivo”, sobre Juan Rulfo. Presentaron los doctores Andreas Kurz y Ramón Bárcenas Deanda. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 12 de mayo: Charla “(Re)creaciones perversas: Inés Arredondo y Guadalupe Dueñas”.   Presentaron la Dra. Inés Ferrero Cándenas y la Mtra. Gabriela Trejo Valencia. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 19 de mayo: “Lectura de obra poética”, del Dr. Eugenio Mancera Rodríguez. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 26 de mayo: Charla “La palabra del mudo: Ribeyro y Congrains”, del Dr. Rolando Álvarez Barrón. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 2 de junio: Charla “Fina García Marruz: lo que se tiene”. Presentaron las doctoras Lilia Solórzano Esqueda y Asunción del Carmen Rangel López. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 

Convenio de colaboración con el XIV Simposio de Estudiantes y Estudios Mexicanos en el Reino Unido.

  • 16 al 18 de junio: En la Universidad de Edimburgo, Escocia. Para más información, dar clic aquí

Convenio de colaboración con la Universidad de Guanajuato,  a través de la División de Ciencias Sociales y Humanidades Campus Guanajuato, y la Alianza Francesa de Guanajuato, México, para el Foro de Cultura Indígena: «México Multicultural y Plurilingüe». 

  • 26 de agosto: Conferencia magistral “Emprendimiento social en los pueblos originarios rarámuris”, de Efraín (Rainí) Rodelas. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 26 de agosto: Taller de «Danzas Tradicionales Wixárikas». Impartido por la Unión de Estudiantes Indígenas por México A.C. de Nayarit. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 

Convenio de colaboración con la Universidad de Guanajuato,  a través de la División de Ciencias Sociales y Humanidades Campus Guanajuato, el Departamento de Letras Hispánicas, y la Alianza Francesa de Guanajuato, México, para las “II Jornadas Malditas: Horror a quien horror merece”, en el marco del XI Coloquio Nacional “Efraín Huerta”, de Lengua y Literatura. 

  • 24 de septiembre: Ponencia “La irrupción del pasado en El gran Dios Pan de Arthur Machen”, de Miriam Guzmán Fernández. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 24 de septiembre: Conferencia magistral “Dagon y Cthulhu: Miedos de degeneración en la ficción de H.P. Lovecraft”, del Mtro. Antonio Alcalá González (ITESM Campus ciudad de México). En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 24 de septiembre: Conferencia “Arthur Rimbaud, rebelde insaciable”, presentaron los maestros Jeremy Anaya Lemmonier y Patrice Charbonneau. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 24 de septiembre: 2 proyecciones de películas «Two Evil Eyes» (1990). Dir. Dario Argento y George A. Romero, y «The Whisperer in Darkness» (2011). Dir. Sean Branney. En la Alianza Francesa de Guanajuato.  Entrada gratuita. 

Convenio de colaboración con Plumbago Workshop y Alianza Francesa de Guanajuato, México. 

  • 1 de noviembre al 1 de diciembre: Exposición “Viaje por la vida y la muerte”, México-Francia, de la Mtra. Alejandra Espinosa Andreu. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 4 de noviembre: Taller “Introducción al grabado”, impartido por la Mtra. Alejandra Espinosa Andreu. En Plumbago Workshop. 

Convenio de colaboración con la Academia Mexicana de Lógica, México. 

  • 15 al 18 de noviembre: XIX Encuentro Internacional de Didáctica de la Lógica (EIDL), y el 6º Simposio Internacional de Investigación en Lógica y Argumentación (SIILA), en la Casa Universitaria del Libro, UNAM, México.  Para más información, dar clic aquí

Convenio de colaboración con el 26th London Latin American Film Festival, Reino Unido.

  • 11 al 20 de noviembre: En Londres, Inglaterra. Entrada gratuita.  Para más información, dar clic aquí

Convenio de colaboración con la Universidad de Guanajuato, a través de la División de Ciencias Sociales y Humanidades Campus Guanajuato, el Departamento de Filosofía por medio de sus Cuerpos Académicos y de la Coordinación de Extensión y Difusión de la Filosofía, y la Alianza Francesa de Guanajuato, México, para el «Ciclo de conferencias sobre filósofos franceses». 

  • 20 y 21 de octubre: Charlas informativas sobre los programas académicos y culturales de la Alianza Francesa de Guanajuato y el Departamento de Filosofía. En ex-convento de Valenciana; Mineral de Valenciana, Universidad de Guanajuato, y en la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 3 de noviembre: Conferencia “Maurice Blanchot y Walter Benjamin: lectores de Kafka”, de la Dra. Asunción Rangel. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 10 de noviembre: Conferencia “Foucault, la política y lo político”, del Dr. Cuauhtémoc Natahí Hernández Martínez. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 17 de noviembre: Conferencia “¿Devenir deleuziano?”, de la Dra. Patricia Castillo Becerra. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 24 de noviembre: Conferencia “Roland Barthes, “Sarrasine” y la frase interminable”, del Dr. Andreas Kurz. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 
  • 1 de diciembre: Conferencia “Sobre el concepto de prácticas discursivas”, del Dr. Rodolfo Cortés del Moral. En la Alianza Francesa de Guanajuato. Entrada gratuita. 

 

25th London Latin American Film Festival (LLAFF), United Kingdom.

Es un honor para el Mexican Cultural Centre (MCC), Reino Unido, ser uno de los patrocinadores de la celebración de los 25 años del London Latin American Film Festival (LLAFF), Reino Unido. 

LLAFF 2015.Para más información: http://www.latinamericanfilmfestival.com/

18th International Conference of Logic Teaching (XVIII EIDL, 2015) and the 5th International Symposium for Research in Logic and Argumentation (V SIILA, 2015).

AML33.Inaugural Magistral Lecture: «Logic teaching in the 21st century» by Dr. John Corcoran.  November 10th-13th, 2015. Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de Guadalajara, Guadalajara, Jalisco, México.


Dr. John Corcoran. Foto: Especial.

Dr. John Corcoran.

We are much better equipped to let the facts reveal themselves to us instead of blinding ourselves to them or stubbornly trying to force them into preconceived molds. We no longer embarrass ourselves in front of our students, for example, by insisting that “Some Xs are Y” means the same as “Some X is Y”, and lamely adding “for purposes of logic” whenever there is pushback. Logic teaching in this century can exploit the new spirit of objectivity, humility, clarity, observationalism, contextualism, and pluralism. Besides the new spirit there have been quiet developments in logic and its history and philosophy that could radically improve logic teaching. One rather conspicuous example is that the process of refining logical terminology has reached a critical mass. Future logic students will no longer be burdened by obscure terminology and they will be better able to read, think, talk, and write about logic in a more careful and more rewarding manner. Closely related is increased use and study of variable-enhanced natural language as in “Every proposition x that implies some proposition y that is false also implies some proposition z that is true”. Another welcome development is the culmination of the slow demise of logicism. No longer is the teacher blocked from using examples from arithmetic and algebra fearing that the students had been indoctrinated into thinking that every mathematical truth was a tautology and that every mathematical falsehood was a contradiction. A fourth welcome development is the separation of laws of logic from so-called logical truths, i.e., tautologies. Now we can teach the logical independence of the laws of excluded middle and non-contradiction without fear that students had been indoctrinated into thinking that every logical law was a tautology and that every falsehood of logic was a contradiction. This separation permits the logic teacher to apply logic in the clarification of laws of logic. This lecture expands the above points, which apply equally well in first, second, and third courses, i.e. in “critical thinking”, “deductive logic”, and “symbolic logic”.

Conferencistas Magistrales

El Dr. John Corcoran de la University at Buffalo, Estados Unidos, impartirá la conferencia magistral “Logic Teaching in the 21st Century”, como acto de apertura del XVIII Encuentro Internacional de Didáctica de Lógica y el 5° Simposio Internacional de Investigación en Lógica y Argumentación, que se realizará del 10 al 13 de noviembre de 2015 en la Universidad de Guadalajara, Jalisco, México. 


Dr. John Corcoran. Foto: Especial.

Dr. John Corcoran. Foto: Especial.

El Dr. John Corcoran nació en 1937 en la ciudad de Baltimore, Maryland, Estados Unidos. Corcoran es un especialista en distintas áreas de investigación en los campos de lógica, filosofía, matemática, historia de la lógica, epistemología y lingüística. Desde 1970 hasta 2010, John Corcoran ha enseñado lógica, en distintos momentos, en diferentes universidades de Estados Unidos y España, por ejemplo, Berkeley, Michigan, Buffalo, Santiago de Compostela. La producción académica de John Corcoran es vasta. Una de sus principales contribuciones a la historia de la lógica es su reconstrucción de la lógica de Aristóteles como un sistema de Deducción Natural. También en esta área destaca su trabajo acerca de los Estoiocos, Ockham, Saccheri, Boole, Lewis, de la Iglesia, Quine y Tarski.

        En el área de lógica matemática, John Corcoran ha escrito una amplia literatura sobre: la teoría de la prueba, la teoría de modelos, la teoría de cuerdas, y sobre aspectos centrados en la relación entre variables y enlaces, y operadores y términos (variable-binding term-operators). En esta área su trabajo es ampliamente conocido particularmente por sus análisis en torno a: la naturaleza de la inferencia, las relaciones internas entre las partes de los condicionales (conditions), distinciones entre argumento -deducción- prueba, la relación entre la lógica y la epistemología. Distintos trabajos de Corcoran han sido traducidos a diferentes idiomas, por ejemplo, su artículo de 1989 «Argumentations an Logic» en Argumentation, ha sido traducido al español, portugués y persa.

        La colaboración de Corcoran con Alfred Tarski originó futuras publicaciones sobre el trabajo específico de Tarski. En 1983 John Corcoran editó la segunda edición de Logic, Semantics and Metamathematics (1956) de Alfred Tarski. En 1993 editó también Introduction to logic , trabajo de Cohen-Nagel (1934). En 2007 aparece su artículo «Notes on the Founding of Logics and Metalogic: Aristotle, Boole, and Tarski». En este trabajo Corcoran escudriña las ideas aristotélicas y booleanas en el trabajo de Alfred Tarski, ideas que fortalecen el estatus de éste último lógico-filósofo como figura fundadora en investigaciones lógicas a la altura de Aristóteles y Boole. De la misma manera el trabajo colegiado y conjunto de Corcoran con Stewart Shapiro dio como resultado una serie de producciones filosóficas entre las que destacan «Crossley on Mathematical Logic» y «Categoricity. History and Philosophy of Logic».

Para más información sobre el trabajo del Dr. John Corcoran

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Dr. Adelino Cattani. Foto: Especial.

Dr. Adelino Cattani. Foto: Especial.

Dr. Adelino Cattani de la Università de Padova, Italia. Nacido en 1949,  se doctoró en Filosofía con una tesis sobre el «Principio Cosmológico»: Problemas epistemológicos de la simplificación de hipótesis. Ha impartido las materias de Propedéutica Filosofía, Historia de la Filosofía, Filosofía del Lenguaje, la poesía y la retórica. Actualmente es profesor de Teoría de la argumentación en la Universidad de Padua. Ha realizado investigaciones y actividades docentes en la Universidad de Torun, Polonia (1988), la Universidad de Cork (1993) AM Friburgo (1994), la Universidad Eötvös Loránd de Budapest (1995) , la Universidad de Tokio (1997), Ginebra (1998 y 2001), en la Universidad de Carlos y en la Academia de Ciencias en Praga (1999), Melbourne (2000), Valencia (2002, 2003, 2004), Universidad de California, Irvine y Riverside (2003), la Universidad de Nevada, Las Vegas (2003), Salamanca (2004), Estatual Universidade da Bahia-UNEB, Salvador, Brasil (2004), Universidad Complutense de Madrid (2005), Universidad Católica Portuguesa (2005), Universidad Diego Portales en Santiago de Chile (2006) de la Universidad Autónoma de Barcelona (2007), Universidad de Santiago de Compostela (2008), de Guangzhou-Cantón, China (2009), Santander, Cantabria, España (2009), Madrid-UNED (2009) y Buenos Aires (2011).

        Miembro de la Junta de la Asociación Internacional para el Estudio de Controversias. Miembro del CERMEG-Centro de Investigación de Metodología Jurídica de la Universidad de Trento, de la Facultad de Derecho. Miembro del Consejo de la Escuela de Defensa del Consejo Nacional de Abogados. Miembro del Comité Científico de la revista Cultura y Derechos. Revista del Consejo Nacional de Abogados, Edizioni CNF. Coordinador del Centro de la Universidad en la Casa de Prisión de Padua. Miembro del Consejo Asesor de John Benjamins Publishing Company, Amsterdam. Miembro del Consejo Asesor-Consejo Asesor de la Revista Iberoamericana de Argumentación. Jefes de Prensa de la Universidad, Loffredo Editore, Collar Suadela. Presidente de la Asociación para la Promoción de la Cultura y Debate-ACPD, ha creado y dirige un «Gimnasio de Q &A», en forma de torneos anuales de disputa escolástica. Ha dirigido numerosos proyectos de investigación científica y participado en proyectos europeos e internacionales.

        Es autor de los libros: Formas de razonamiento. El razonamiento entre la lógica y la retórica (1990, II ed 1.994.); Q & A: El arte de la réplica (2001, ed II 2006.); trad. Los usos de la retórica española (2003); Cómo decirlo: Palabras adecuadas, palabras bellas (2008); trad. Expresarse con acierto (2010); Los 50 discursos engañosos. Los argumentos para defender, atacar, divertirse (2011); Debate. Deberes y derechos, las normas y los movimientos (2012). Es co-autor y editor de: El punto de inflexión de la argumentación. Cincuenta años después de Perelman y Toulmin (2009); Para defender su caso. Organizar, dirigir y evaluar un debate (2011); Debate, la enseñanza, y otros campos de falacias argumentativas (2012).

Dr. Enrique Alonso González. Foto: Especial.

Dr. Enrique Alonso González. Foto: Especial.

Enrique Alonso González es doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, España.  Al inicio de su carrera su interés se centra en el ámbito de las lógicas no-clásicas, para posteriormente enfocarse en la Teoría de la Computación, en sus aspectos históricos y filosóficos. Ha publicado dos libros: Contenido, verdad y consecuencia lógica (1995) y Curso de Teoría de la computación (1996). Entre algunas de sus publicaciones más recientes se encuentran:

  • Enrique Alonso. Henkin’s Theorem in textbooks. The Life and Work of Leon Henkin. pp. 135 – 148. Springer, 2014
  • María Manzano; Enrique Alonso. Leon Henkin. The Life and Work of Leon
    Henkin. pp. 3 – 32. Springer, 2014.
  • La Quimera del usuario. La Quimera del usuario. Abada Editores-UAM, 2014.
  • María Manzano Arjona; Enrique Alonso González. Visions of Henkin. Synthese.
    Springer, 2014.
  • María Manzano; Enrique Alonso. Completeness: from Gödel to Henkin. History and Philosophy of Logic. Taylor and Francis, 2013.
  • Enrique Alonso. E-learning and semantic technologies: tools and concepts. Lecture
    Notes in Computer Science. 6680, pp. 9 – 23. Springer, 2011.
  • Enrique Alonso. Nuevas formas de producción textual. Éndoxa. 22, pp. 357 – 383. Ediciones de la UNED, 2007.
  • Enrique Alonso. Sócrates en Viena. pp. 160. Montesinos, 2007. 
Dr. Oscar Brenifier. Foto: Especial.

Dr. Oscar Brenifier. Foto: Especial.

Oscar Brenifier es doctor en Filosofía por la Universidad de Paris IV–Sorbonne, Francia. Después de enseñar por años Filosofía en la secundaria, ha empezado a trabajar el concepto de “práctica filosófica”, tanto en el plano teórico como en el práctico. Es uno de los principales promotores de la práctica filosófica: talleres con niños y adultos, consultorías filosóficas, cafés filosóficos, tanto en Francia como en numerosos países (Argelia, China, Líbano, Siria, Estados Unidos, España, México, Colombia, Perú Bolivia, Noruega, Mali, Argentina, Portugal, Nigeria, Australia, entreo otros).

        Ha publicado numerosas obras en este ámbito, entre ellos la colección PhiloZenfants (Éditions Nathan), traducida a más de 25 idiomas y la colección L’apprenti philosophe y El Diálogo en la clase ( Ideapress) traducidos también al castellano. Es autor del capítulo IV “Otros caminos para descubrir la filosofía: la filosofía en la polis» del libro La Filosofía, una escuela de la libertad, publicado por UNESCO. Entre diversos premios literarios, se cuenta los siguientes: los premios de la televisión francesa «France Télévision», el premio de la prensa joven «Presse Jeunesse» y el premio «La science se livre» por El Libro de los grandes Contrarios de la Filosofía. Fundó el Instituto de Prácticas Filosóficas, con el fin de formar filósofos prácticos y de animar talleres de filosofía en diferentes lugares: colegios, bibliotecas, asilos de ancianos, prisiones, centros sociales, empresas.

Para mayor información sobre su trabajo puede consultarse la página del Institut de Pratiques Philosophiques:

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Importancia de la labor editorial y retos

Marco Tulio Aguilera 

Antes que nada tengo que decir que yo no soy precisamente un editor sino una persona, un escritor,  que ha trabajado cerca de la labor editorial en la Universidad Veracruzana, en la que llevo más de 30 años, durante los cuales he asistido a diversas épocas, marcadas precisamente por los directores editoriales. El primero de ellos, con el que trabajé en 1980 fue Sergio Galindo, cuya trayectoria en el plano editorial en México se ha convertido en legendaria.

Marco Tulio Aguilera Garramuño. Foto Cortesía.

Marco Tulio Aguilera Garramuño. Foto Cortesía.

Con un equipo muy pequeño de administradores, correctores y editores logró publicar a gran parte de la plana mayor de la literatura latinoamericana y española, así como de otros países de Europa y del mundo: comenzando por Gabriel García Márquez, incluyendo a Juan Carlos Onetti, a Juan García Ponce, Ortega y Gasset, Álvaro Mutis, Sergio Pitol y muchos otros. En aquellos tiempos la selección de los textos a publicar estaba centralizada precisamente en Sergio Galindo, cuyo gusto literario fue fundamental para la fundamentación de aquélla, que podría llamarse la «Edad de Oro de la Edición Literaria» en la provincia mexicana.

Habría que comparar esa época con la actual, en la que se publican trescientos o más títulos anualmente, muchos de los cuales he de decir, no me parecen del todo dignos de ser publicados. La época actual, sin embargo, está marcada por la presencia de Sergio Pitol, quien se ha convertido en luz, brújula y dictador de políticas editoriales. Bajo su influencia se han publicado colecciones que no vacilo en calificar de históricas e irrepetibles. Entre ellas destaca la Biblioteca del Universitario, que publica a bajo precio y con magnífica factura, libros clásicos –los libros clásicos–: desde la Ilíada hasta Cumbres borrascosas, obras básicas de Pérez Galdos, Henry James y un largo etcétera. Menos destacable es la Colección Sergio Pitol Traductor, que si bien incluye obras invulnerables, también publica obras que me parecen desechables.  

Con respecto a libros de autores recientes, la Editorial de la Universidad Veracruzana ha conservado hasta cierto punto la honradez editorial de publicar a quien lo merece, independientemente del nombre. Para que un libro llegue a publicarse requiere dos dictámenes positivos, que deben ser hechos por personas autorizadas. A este respecto tengo mis reservas. Muchos de los dictaminadores supongo que son académicos que despachan sus lecturas con desidia o desinterés, o tienen criterios anacrónicos (me atrevo a decir esto porque independientemente que fui lector de la Editorial, también sufrí dictámenes moralistas, de personas que me parece no están a la altura de los manuscritos que juzgan).

¿Será acaso que ha bajado la calidad de la literatura que se produce? ¿O que aquellos personajes que se encargan de seleccionar los libros que se van a publicar no tienen ni el tiempo ni la preparación ni el gusto literario indispensables? ¿Qué sucede en la Editorial Veracruzana? Los libros que llegan como propuestas son enviados a lectores que en muchos casos son académicos o profesores, más interesados en ganar puntos para los programas de productividad académica que en hacer lecturas sesudas, justas e inteligentes.

Yo he sido testigo de las dos caras de la moneda editorial: he sido lector de la Editorial (he de decir que hasta hace poco fui el único lector de planta, lo que me permitía hacer dictámenes en cuatro o cinco días, mientras que en general los libros que se mandan a dictámenes exteriores pueden tardar tres, cuatro y hasta cinco meses o más. Aclaro el verbo en pasado: yo “era” lector de la Editorial de la Universidad Veracruzana hasta que el director actual decidió que no lo fuera y su decisión tuvo que ver más con sus intereses y con lo que se llama en México grillas.

Como escritor sometí varios libros a dictamen y en algunos casos recibí observaciones tan extrañas como la siguientes: un dictaminador pidió que eliminara cinco cuentos de una antología y el otro solicitó que conservara esos cinco y eliminara los otros cinco. De modo que si hubiera de acatar las solicitudes de los dos dictaminadores tendría que haber dejado sólo el prólogo. En otro caso, me pusieron reparos moralistas a una novela algo atrevida.

Hablaré ahora de generalidades del oficio de los editores. De las prácticas ofensivas que pueden ejercer los editores, la peor es la de no informar a los autores sobre los dictámenes. Muchos editores simplemente no cumplen las reglas, reciben los manuscritos y se olvidan de los autores.  Y éstos se pasan los meses esperando y si son muy púdicos o muy diplomáticos simplemente se pueden disipar muchos años a la espera.

Centrándome en otro tema que es central a esta feria, hablaré del oficio del bibliotecario. Los bibliotecarios deben ser buenos lectores, deben saber discriminar lo que vale de lo que no vale, para surtir sus bibliotecas con libros de calidad. No deben comprar fondos, sino autores, y deben hacer todo lo posible por acercar los libros a los lectores. Una de las mejores formas de acercar los libros a los lectores es presentar a los mismos autores ante los potenciales lectores.

Dice Gabriel Zaid que en México todo está organizado para acabar con las librerías. Durante un tiempo las buenas novedades se encontraron en Sanborns, VIPS y en tiendas de autoservicio: ahora sólo se ven los best sellers norteamericanos y los de autoayuda. El oficio de librero y el de escritor se han transformado en oficios de difuntos o mendicantes.

Y con respecto a esos moribundos, las librerías. Leamos lo que dice Gabriel Zaid: “Ahora no se exhiben los libros más que unos cuantos meses, porque prevalece el derecho a devolverlos; con la complicación adicional del plástico retractilado que impide hojearlos, pero hace falta para protegerlos en el viaje de regreso al editor. Todo esto ha llevado a las librerías independientes al colapso. Venden poco y con márgenes reducidos que difícilmente sacan los gastos. Muchas han cerrado. Una persona que sepa de libros, que tenga mucha vocación por difundirlos y mucho sentido comercial, puede sobrevivir, hasta que se cansa. El mismo esfuerzo luce más en otras actividades. A pesar de lo cual, nunca faltan entusiastas que sueñan con poner una librería. Hay que decirles: a menos que tengas dinero para pagarte una afición costosa, no te metas. En México, todo está organizado para acabar con las librerías”.

Y continúa Zaid: “Los darwinistas ven todo esto filosóficamente. Si la ley de la selva destruye el medio ambiente en vez de mejorarlo, y convierte la selva en un desierto, el resultado (por definición) es óptimo, inmejorable. Cualquier intervención para que no se extienda el desierto, o para que reverdezca, sería antinatural. Si los bosques, el agua y la vida desaparecen, no hay que lamentarlo: no eran competitivos”.

Y así sucede con los libros de calidad, que ya no reciben los espacios en librerías, que ya no son publicitados, que no encuentran canales de difusión y que tienen que luchar la batalla totalmente desventajosa con los imperios editoriales, léase Planeta, Alfaguara, Random House Mondadori, que son los que están formando una nueva casta de lectores, los lectores ignaros, carentes de gusto, los que se dejan guiar por la publicidad y no por la opinión inteligente, informada, culta, de los buenos lectores que fueron en el pasado los reseñistas, los reseñistas serios, de los que quedan poco. Contra este sórdido panorama deben levantarse los bibliotecarios, que amparados en su conocimiento del campo, pueden convertirse en guías de lectura, en maestros y en auxiliares de maestros.


Nota del editor: Este texto fue preparado exclusivamente para la mesa redonda con editores en la XXIV Feria Nacional del Libro de León, FeNaL, México, 2013. Participaron A.J. Aragón, Benjamín Valdivia, Anuar Jalife Jacobo, Marco Tulio Aguilera, Juan Carlos Recinos, Luis Mauricio Martínez. Con la autorización del autor y la FeNaL, se publica en el Mexican Cultural Centre.


Marco Tulio Aguilera Garramuño, colombiano, es escritor. Publicó su primera novela en Buenos Aires cuando tenía 24 años. La obra Breve historia de todas las cosas fue presentada con gran estruendo publicitario por Ediciones La Flor, diciendo que era mejor que Cien años de soledad y que Marco Tulio era un escritor mejor que García Márquez pero sin bigote. La crítica se ensañó con el novato. Mediando el año 2002 Marco Tulio ha publicado más de veinte libros, ha recibido decenas de premios literarios, entre nacionales e internacionales; ha sido aclamado por críticos y lectores de muchos países. Entre sus títulos memorables están Cuentos para después de hacer el amorMujeres amadas Los placeres perdidos. A principios del 2002 aparecieron en México las novelas La hermosa vida La pequeña maestra de violín, pertenecientes a la tetralogía El libro de la vida, cuyo primer volumen, ya publicado, se llama Buenabestia / Las noches de Ventura. Marco Tulio Aguilera es investigador de la Dirección Editorial de la Universidad Veracruzana, en México; durante cinco años ha mantenido el máximo nivel de productividad académica de dicha universidad; ha sido galardonado con los títulos de Creador Artístico y Creador con Trayectoria del Estado de Veracruz; ha sido becario residente del Centro Banff para las Artes de Canadá, y ha dictado conferencias en universidades de varios países.

 

Antígona de Friedrich Hölderlin: una teoría trágica de la traducción

Adrián Soto

Ese canto, esa voz, crecía para retirarse, abolirse, para que surgiera un silencio desconocido: la voz de Dios.

Héctor Murena, La metáfora y lo sagrado.

Arte de José Santos.  www.jsantos.co.uk

Arte de José Santos. http://www.jsantos.co.uk

I. El dios que surge en el patíbulo

Deseo hablar ante ustedes del lenguaje que destella cuando todas las respuestas se han agotado. Es natural que la angustia ante el significado de la existencia provoque que los seres humanos busquemos las vías con las cuales sortear los abismos que nos separa de lo divino. Probablemente esta sea la razón de que la tragedia clásica represente el momento de postergación de la muerte, previa al encuentro con el dios.

Ahí, en los bordes de la existencia en que se terminan las certezas, la tragedia surge como el espacio en que se produce la maravilla de la aprensión de lo divino; y esta relación se sostiene en el acercamiento y repulsión entre el hombre y sus dioses. Quizá esa búsqueda angustiosa de mediación que supere nuestro vacío existencial sea la razón de que la naturaleza de la tragedia griega se fundamente en este hecho evidente: en que las fuerzas divinas sólo parecen manifestarse en las antesalas de la muerte.

Toda representación verdaderamente trágica busca llenar el vacío que nos separa de los dioses, de ahí que la mediación con los dioses se encuentre intrincada en la mediación con el vacío. Por supuesto el ciclo tebano, y muy particularmente la Antígona de Sófocles, se halla engarzado en este conflicto irresoluble. Es probable que muchos de ustedes recuerden el argumento de Antígona, pero quizá, para los fines de esta ponencia sea necesario rememorar brevemente los acontecimientos de esta tragedia; siempre bajo el entendido de que una obra literaria no puede reducirse a su argumento.

Después de que fueran revelados los involuntarios crímenes de Edipo, sus propios hijos lo expulsaron de Tebas; para evitar la maldición paterna, la cual vaticinaba que con su muerte ambos recibirían “tanta tierra como fuera necesaria para sus tumbas”, Eteocles y Polínices acordaron turnarse el gobierno de aquel reino; empero, una vez transcurrido el periodo acordado, el primogénito Eteocles se negó a ceder el poder y desterró a su hermano de aquellas tierras. Ante tal injusticia, Polínices reunió un ejército de argivos para asediar Tebas.

La tragedia de Antígona acontece justamente en las postrimerías de la guerra, después de que ambos príncipes se dieran muerte ante las puertas de la ciudad. Creonte, el hermano de Yocasta, ascendió al trono de Tebas y en su primer edicto proscribió, bajo pena de muerte, el entierro del traidor Polínices. Transigiendo esta ley, Antígona vertió tierra sobre el cadáver de su hermano, pero pronto fue descubierta y apresada. El rey la condenó a ser enterrada en vida, y ordenó que fuera encerrada en una gruta mientras realizaban los preparativos.

A través de su hijo Hemón (a su vez prometido de Antígona) el pueblo de Tebas intentó hacer entrar en razón al rey, pero Creonte sólo cedió ante las infaustas advertencias del adivino Tiresias. Sin embargo, ya era demasiado tarde: Antígona se había colgado en la gruta de sus ancestros; al ver su cadáver, Hemón, lleno de dolor, se atravesó las entrañas con su propia espada. Desconsolado, Creonte regresó a sus aposentos, cargando en brazos el cuerpo inerte de su hijo; sólo para descubrir que la miseria se había adelantado: Eurídice, su esposa, también se había suicidado ante la noticia de la muerte de su hijo. En todos estos sucesos de Antígona existe una profunda paradoja, pues destruyendo al protagonista la tragedia busca conservar la vida en la divinidad que nos revela. Así, la representación dramática vuelve explícito el vacío de la existencia para salvarnos del nihilismo, e irónicamente esa destrucción, el sinsentido de la vida humana cobra forma bajo la fuerza impostergable del destino.

II. Traduciendo desde la oscuridad

He afirmado ante ustedes que mi deseo es hablar del lenguaje que destella cuando se han agotado todas las certezas; pero un lenguaje expandido hasta ese extremo sólo surge del conflicto con lo divino. De 1797 a 1803 el poeta alemán Friedrich Hölderlin realizó la traducción de dos tragedias de Sófocles, Edipo, el tirano y Antígona. Según las noticias que poseemos, a través de las cartas que enviara a su editor, su proyecto contemplaba la traducción de las siete tragedias de Sófocles que han llegado hasta nosotros; sin embargo, los reiterados colapsos nerviosos que le sobrevinieron durante el verano de 1804 (producto probablemente de una esquizofrenia catatónica) provocaron que aquel plan quedara inconcluso.

Dos hechos convergieron en la mala acogida que tuvieron dichas traducciones entre los contemporáneos de Hölderlin: el primero fue el experimento extremo a que el poeta alemán sometió el lenguaje, a partir de sus constantes indagaciones sobre la naturaleza de la tragedia ática; el segundo, fue su esquizofrenia, pues consideradas como el producto de una mente perturbada, durante mucho tiempo las traducciones de Hölderlin fueron relegadas al olvido.

No fue sino hasta la aparición de las obras completas de Hölderlin, publicadas por Norbert von Hellingrat en 1911, que su obra fue revalorada. Así, gracias al cuidado de la edición de von Hellingrat aquellas traducciones, que en un principio podrían parecer tan imperfectas, terminaron por alzarse como una de las cúspides más maravillosas de la historia de la traducción. Debido a los distintos procesos a los que Hölderlin sometió sus traducciones, varias capas semánticas se superponen a la vez, haciendo imposible el distinguir cada uno de los estratos que continuamente interactúan entre sí.

Hölderlin realizó su primer acercamiento a la traducción de estas obras entre 1797 y 1801, por aquella época se encontraba escribiendo su tragedia inconclusa Empédocles, la cual conllevó profundas reflexiones sobre la naturaleza de la tragedia ática; a pesar de esto, bajo influencia de Friedrich Schiller, Hölderlin intentó traducir estas obras apegándose a los preceptos del idealismo clásico, los cuales exigían fidelidad a la esencia de los manuscritos griegos, aprehendiendo la fuerza y luminosidad de su lenguaje, pero bajo las restricciones formales del alemán.

El segundo periodo de traducción de ambas tragedias se extendió de la primavera de 1801 al otoño de 1802, durante este tiempo Hölderlin consideró ambas obras como textos canónicos que debían ser respetados en su integridad. En la búsqueda por acceder a la verdad que aquellas tragedias encubrían sometió al lenguaje a un proceso que transigía las reglas sintácticas y gramaticales del alemán. Hölderlin intuía que la esencia de la tragedia ática se encontraba oculta tras las raíces etimológicas de las palabras, para volver aprehensible su esencia la obra habría de revelar sus orígenes en el lenguaje.

Hölderlin realizó la última versión de estas traducciones a mediados de 1802, en aquel entonces las concepciones del poeta acerca de la tragedia griega habían llegado a un momento de plena madurez. Fue esta última versión la que, según algunos críticos, convirtió a la traducción de Hölderlin en una de las más apasionantes aventuras de la historia de la traducción, en palabras de Georg Steiner “el desafío más fascinante que registra la historia de la traducción” (62).

Para esta época Hölderlin consideraba que en el tiempo en que Sófocles compuso sus obras, el espíritu ilustrado del helenismo había transformado la naturaleza de la tragedia ática; sin embargo, la esencia más arcaica de este arte aún se revelaba en los intersticios del lenguaje. Debido a sus continuas reflexiones sobre la naturaleza de la tragedia ática, Hölderlin llegó a la conclusión de que, mientras entre los antiguos griegos la palabra (comprendida como una realidad fáctica) destruía a los personajes de la tragedia para revelarnos lo divino, entre los hombres modernos era el lenguaje, expandido hasta límites insostenibles, el que debía cobrar esa misma función: “la palabra trágica griega es mortalmente fáctica, porque el cuerpo vivo, del cual se apodera, mata efectivamente” (2008, 163).

Este fue el sentido último, a partir del cual Hölderlin reconfiguró los estratos que conformaban sus traducciones, pues su intención era abolir el lenguaje hasta que el dios se hiciera presente. Al igual que los protagonistas de la tragedia, los cuales eran conducidos a la esfera excéntrica de los muertos, el lenguaje debía ser suprimido para mostrarnos el vacío en que se sostiene.

III. El lenguaje que destella en los abismos

En 1596 el astrónomo Johannes Kepler publicó su tratado Mysterium cosmographicum, en él Kepler postuló que los planetas giran en órbitas elípticas y no circulares –como anteriormente se creía–, debido a que la fuerza de atracción que ejerce el sol sobre los planetas disminuye de forma inversamente proporcional a la distancia que existe entre ellos; este movimiento fue conocido como órbita excéntrica.

Hölderlin aplicó los principios de Kepler al proceso de evolución del personaje homónimo de su novela Hiperión, el cual habría de transitar a través de diversos estados en su búsqueda por conciliar las disonancias de su existencia. Dentro del desplazamiento de la órbita excéntrica, el giro elíptico acontece cuando el planeta se encuentra en el sitio más alejado del sol, y parece estar a punto de salir de su órbita, pero su propio impulso provoca que el cuerpo celeste regrese a su curso; en la novela de Hölderlin, Hiperión debe superar distintas crisis de su vida para acceder a un instante de equilibrio que le permita vislumbrar su destino como poeta; al igual que el giro elíptico, dichas crisis marcan los instantes más extremos de la vía trascendental del protagonista.

Según la concepción de Hölderlin estos desplazamientos poseían su contraparte en la historia, para el poeta alemán la Antigüedad clásica y el mundo moderno representaban extremos opuestos en la evolución de la humanidad, dos instantes de crisis, profundamente vinculados a las formas de representación religiosa: entre los antiguos griegos los dioses adquirían cuerpo, como entidades antropomórficas; en cambio, entre hombres los modernos la divinidad se había desprendido de cualquier manifestación material y tendía a diluirse en el absoluto.

He afirmado ante ustedes que la paradoja del doble movimiento de la tragedia reside precisamente en que frente a la muerte de los hombres las fuerzas divinas se hacen presentes, la tragedia ática buscaba destruir la forma individual en su cercanía con las potencias divinas, el héroe trágico era conducido a la esfera excéntrica de los muertos debido a la proximidad del dios, porque en la tragedia se pretendía representar la transgresión entre los órdenes de lo humano y lo divino. Sin embargo, en el mundo moderno era necesario encontrar nuevas vías para manifestar esta lucha, Hölderlin descubrió que entre nosotros la tragedia habría de representar la hostilidad entre lo originario y el lenguaje, porque el lenguaje es la manera en que significamos, a través de él mantenemos una mediación con el mundo.

Según Hölderlin la tragedia tendría que surgir de la confrontación entre dos fuerzas irreconciliables, lo aórgico, la efervescencia de la naturaleza que atravesaba la existencia entera, y lo orgánico, la forma individualizada de un ser finito; entre la serie de oposiciones derivadas de ambas potencias, de la unidad del ser frente a la acción ilimitada de la naturaleza, del destino contra el azar, el lenguaje tendía a confrontarse con lo originario, sufría en la proximidad de lo divino para producir la visión transfigurada en el marco luminoso de la tragedia, restituyendo así la relación del hombre frente a la divinidad.

En las traducciones de Hölderlin el lenguaje terminaría por representar el cuerpo que sufre en esa confrontación, y destruyendo al lenguaje (es decir, el medio con que nos relacionamos con el mundo) el poeta buscaba vincularnos nuevamente con el orden de lo celestial, pues el lenguaje de la tragedia habría de representar la disolución ideal entre lo humano y lo divino; el instante en que los límites entre ambas esferas terminarían por ser suprimidos.

IV. Antígona y la aprehensión de lo divino

Sin embargo, la muerte de los protagonistas de la tragedia clásica ocurre también por otras razones de las que he postulado al inicio, pues ¿cómo habría de representar el hombre aquello que lo supera, aquello que no es propiamente humano? Para Hölderlin la propia traducción se convierte en motivo argumental de Antígona, pues en la lucha de Creonte y Antígona el lenguaje de ambos personajes protagónicos representa dos formas de aprehensión religiosa.

Cuando Antígona violó el edicto tebano atentó a la vez contra la endeble estabilidad de un gobierno que acababa de sobrevivir al terrible trauma de una guerra fratricida, y cuyo señor ha extremado las leyes hasta cometer impiedad, pues siguiendo una de las interpretaciones que explora Miryam Librán Moreno en su artículo “Sófocles, Antígona” los príncipes han salido del seno familiar (del hogar, οίκος) para ingresa en la vida pública de la polis (πόλις), en la cual se encontrarán sujetos a las reglas de justicia del Estado; pero tras su fallecimiento necesariamente habrán de regresar al pertinente resguardo familiar: “al útero, a la custodia de lo femenino, que está obligado a devolver su fruto a la tierra madre” (120). En circunstancias especiales en la antigua Hélade era lícito proscribir el entierro de criminales especialmente execrables dentro de los confines de la ciudad; empero, Creonte trasgrede este derecho (y con él la condenación de Edipo) negándole por completo el entierro a Polínices: “no sólo prohíbe que el cuerpo del hermano sea enterrado en suelo tebano, castigo que la ley permite, sino que decreta que no sea inhumado en parte alguna” (123).

Creonte, en sus obligaciones con la comunidad, debe pasar sobre los intereses particulares de la nobleza, pero su disposición ha surgido del desequilibrio de una autoridad incapaz de encontrar el punto justo en que sus acciones son pertinentes dentro de un orden nuevo, y traspasa confines que ya no le competen al Estado. Así, el conflicto mismo personifica no sólo dos formas de representación religiosa, sino al mismo tiempo las dos esferas, de un orden antiguo y otro nuevo, que reclaman su a la vez su hegemonía sobre el Estado.

El nuevo rey personifica la emanación divina transformada en ley formal, la conformación instituida del Estado que se manifiesta a través de la armónica nobleza de la figura humana; en cambio en Antígona se hace presente la irradiación originaria, las pulsiones que desestabilizan la forma, tras su discurso late el principio religioso que no es ya fundamento sino realización viva y, por tanto, lo divino manifiesto se vuelve peligroso e inquietante; ella establece su vínculo con lo divino sin mediación alguna, en un entusiasmo infinito es traspasada por el espíritu del anti-theos hasta convertirse en “alguien, que en el sentido de dios, se comporta como contra dios, y sin ley reconoce el espíritu de lo más alto” (Hölderlin, 2008, 162). La decisión de Antígona de trasgredir la ley de la polis la transforma en una hereje sacra, no sujeta a ninguna ley humana, en su relación con esta fuerza desestabilizadora y originaria Antígona excede la relación connatural del ser humano con lo divino. Por supuesto las acciones de Antígona son sumamente peligrosas para un Estado naciente, pero la paradoja reside en que levantándose en contra de la ley reinstaura las potencias de que esa ley emana en el seno de la sociedad.

Todo esto se encuentra representado en el lenguaje que ambos personajes manifiestan: la disertación de Creonte es circunspecta, temerosa, tiránica en su construcción formal; mientras que el discurso de Antígona es profundamente prosaico, radiante y corporal. El lenguaje de estos héroes trágicos es incapaz de resistir esta hostilidad pura: “Porque tales hombres se mantienen en una relación violenta, también su lenguaje, casi al modo de las furias, habla en una conexión más violenta” (Hölderlin, 2008, 155). Así mismo, la acción dramática sufre esta desarticulación y debe representarla en la confrontación de los personajes, en su búsqueda por prevalecer ante las fuerzas que pretenden disgregarlos. Así, en esta continua transgresión de los espacios se revelar el vacío en que se sostiene el lenguaje en su relación con la divinidad. Al igual que ocurría con la órbita excéntrica de que les he hablado, la traducción es un acercamiento perpetuo al significado, la traducción es ese acercamiento siempre incompleto a la obra; la esencia del lenguaje no radica en aquello que se dice, sino en lo que se representa a través de las fuerzas que atraviesan el lenguaje.


Nota del editor: Este texto fue preparado exclusivamente para la XXIV Feria Nacional del Libro de León, FeNaL, México, 2013, a propósito de la mesa de reflexión: “Traducción literaria en México”. Participaron Adrián Soto, Gerardo Torres Cervantes, Víctor Toledo, Rodrigo Jardón Herrera y Jeremy Anaya. Diversas circunstancias impidieron su lectura pública. Con la autorización del autor y la FeNaL, se publica en el Mexican Cultural Centre. 


Adrián Soto, mexicano, es poeta, ensayista y traductor. Ha publicado la biografía Quetzalcóatl, la efigie de luz (EMU) y el prólogo al ensayo La Cristiandad o Europa de Novalis (UNAM); además de ensayos, poemas y traducciones en las revistas Hotel, Aeda Lamm, Aion, Literalgia, Quehacer editorial, Contratiempo, Punto en Línea y el Periódico de Poesía de la UNAM.

Aproximaciones a Ricardo Muñoz Munguía: de los pormenores del asombro, la luz.

Juan Carlos Recinos

Si se extiende la luz

toma la forma

de lo que está inventando la mirada

JEP 

Ricardo Muñoz Munguía. Foto cortesía.

Ricardo Muñoz Munguía. Foto Cortesía.

I

Para Marco Antonio “El Yuca” Murillo.

Poesía, es todo y es nada. Nombra, duda, absorbe, traduce y traslada. El poeta es una voz que  el tiempo moldea en silencio, el poeta es un espejo donde la palabra significa. Polvo de pabilos (K editores, 2009), de Ricardo Muñoz Munguía (Chignahuapan, Puebla, México, 1970), es un libro que de principio a fin deletrea, donde el eco de su voz se difumina en las cosas que designa. Este poemario integrado por seis secciones Furia de soledades, Cenizas de silencio, Lumbre en cálamo, Rumores de la tumba, Bocanadas de luz negra y Realidad que sueño es, advierte la búsqueda de una angustia, que uno como lector ve desplegarse en el primer poema de este libro: 

Algo nace dentro del infierno

algo sin nombre y sin dios

algo entre llamaradas.

Escucho.

El poeta en estos primeros versos, entreteje el paisaje de su alma y traza, con notable oficio, la geografía que experimenta cada poema como un sol de nadie.  Convierte los versos en un festín de palabras  que cincelan el asombro, fluye con naturalidad. Muñoz Munguía asume su oficio con tal intensidad y nos dice:

Crepúsculo donde la muerte mora

es inicio del fin de algo, de lo que deja de ser.

Los elementos perfectamente visibles en los ojos del poeta, iluminan estas páginas, gobiernan con buena poesía y verifican de manera eficaz todo aquello que ha sido nombrado y que nos interroga. Furia de soledades la primera parte de este poemario es un testimonio donde el poeta busca permanecer, donde su risa en lugar de llanto, es una flama invisible. Los poemas de esta sección contienen diálogos con voces simples, condición que permea en todo el libro como una comunión, no como consigna. Aquí el poeta rezuma su muy particular manera de transcribir el mundo. Cenizas de silencio expresa, exacta y legiblemente,  una música natural, digamos que el misterio es un signo frágil, al cual  el poeta da respuesta: Al pabilo lo sembraron / entre sangre nocturnal, / veladora de alientos silenciados. Se podría decir que aquí reza cierta fuerza expresiva y original que permite ver una mínima porción del mundo del vate. Lumbre en cálamo y Rumores de la tumba, son dos apartados de Polvo de pabilos, donde en el goce del texto, por simpatía con la poesía o por un esfuerzo en particular, uno se acerca de manera espontánea a un poeta que sabe comunicar y decir. Poemas que son frutos maduros y de los cuales se sabe, es una virtud de pocos redondear la hazaña epifánica, donde se reconcilia la realidad y la textualidad que tensan la experiencia que se establece a manera de una revelación poética: 

*

Sólo los muertos

recorren con libertad

los sueños,

no tienen obligación de despertar.

*

La casa conmigo escapa en el rumor nocturno,

tiempo en que los sueños iluminan la sombra.

*

En Bocanadas de luz negra uno asiste a un mundo pausado por el asedio de la materia iluminada, a un enjambre de relámpagos que habitan estas páginas y que buscan establecer un juego con la memoria.

Tiempo sostenido en la maraña

del visitante leproso,

recién desembarcado en Veracruz.

Le vi arañas vivas en sus manos,

hilos que eran gritos de sangre,

nervios estrangulados

sobre la piel bañada de sufrimiento.

El hombre me respondió lo que deseaba saber

a pesar de no hacer la pregunta:

“He venido para que mutilen mis manos”,

y apretó los puños.

Se fue.

Las palabras caen y testifican en su descenso, la restitución del tiempo, tiempo finito e infinito que da identidad al mundo en un punto de inflexión entre cada una de las secciones que integran este poemario. Asombro que alcanza su punto más alto en Realidad que sueño es sección donde un solo poema Paraíso de brasas vibra como una resonancia cautivadora. 

El principio donde nuestros cuerpos…,

tampoco es tu mirada

que posas al fondo de mis ojos

cuando las bocas abren sus horizontales puertas

y dejan a solas el tremendo ataque de las lenguas

besándose con todo su cuerpo,

batiéndose entre la sangre del deseo,

haciéndose cada vez más fuerte una y otra

conforme el dragón salival les concede brío y calor.

Sin embargo, siguen sostenidas

a pesar de sus esfuerzos dados por el dolor del deseo;

no podrán arrancarse para dar nuevos frutos en otra boca,

pondrán su sabor en la falda de tu pubis

y trazarán, como si de una ciudad se tratara,

caminos a lo largo de tu cuerpo,

rumbos que sólo míos habré de recorrerlos

en este instante en que tu nombre

hace sudar mi lengua

La música emotiva que se desprende logra una atmósfera definida, precisa y altamente expresiva, donde un mundo múltiple y diverso, asombra  por la paciente construcción de una voz que devasta la noche con una fluidez y un pensamiento único. Cada una de las partes que componen este libro, abren un diálogo distinto  sin escisión  en la totalidad de la misma. Cobran forma en los fundamentos del espíritu humano, donde nombrar es una verdadera  prueba de amor y fe en el poder de la palabra.

II

La palabra alude a un mundo natural, reactiva la memoria en ecos que se apoyan en los recuerdos que laten al paso del tiempo. No hay tema que no pueda ser poesía. Ricardo Muñoz Munguía en Melodías del suplicio, pareciera querer demostrarnos en los poemas que integran este libro, que la palabra, misteriosa e iluminadora, es un acto de conocimiento en la inmediatez de la creación poética. Este poemario integrado de 4 secciones, Sacrilegio de cicatrices,  Estuario, Plegaria por las ciudades y Luciérnagas núbiles, se abre como una rosa de los vientos, cada apartado apuntando hacia un rumbo determinado por el poeta. La fluidez con la que se despliegan los poemas, su secreta fugacidad y la eficacia con la que rebasa la simple experimentación es una factura precisa que aparece con toda naturalidad en quien hace de la poesía su propio periplo:

Busqué en toda mi vida

una frase para mi epitafio,

que me definiera como escritor,

pero sólo encontré fantasmas dictándome.

Este fragmento que cito de Sacrilegio de cicatrices, revela el desafío del poeta hacia el tiempo, la meditación inusitada para convivir con algo deliberadamente ambiguo: la muerte. Toda la imagen poética contenida en este palabra, vivifica una experiencia de vida, tan real como palpable, que establece un juego de múltiples voces, que se abisman y contradicen, pero que en el diálogo contienen la reflexión en el universo del lenguaje propuesto por el poeta. En Estuario, uno asiste a una celebración donde la palabra cobra  la forma del deseo, uno testifica que el cuerpo es entonces lo sagrado y que la primera razón de su validez no reside en la propia experiencia, sino en el mundo creado a través del ejercicio poético:

He visto mi cuerpo

seguir

sus pasos

sin mí,

y desde tu casa le grito que no se vaya

pero se va

y así, huérfano,

me defiendo a vivir en ti.

El tono armónico que Muñoz Munguía resalta en este conjunto de poemas, reafirma su constante convicción de su ejercicio creativo, de su mirada que, como lo indica el título de esta sección Estuario, en la fluidez hacia la desembocadura, se asume el asombro de la muerte como una variación de la memoria y el olvido. Pacto que se inicia bajo el árbol que vivifica lo sagrado:

¿Dónde más?, sino tu boca

sea el mejor sitio donde me guardo,

que si de ahí me arrojas

le arrancaré la lengua a tu corazón frío.

Una mirada penetrante como la del poeta, sabe hallar los asombros de la vida, iluminarlos, reconocerse en ellos. Su oficio es nombrar, dar testimonio de lo que transita en su escenario lírico. Y parece ser que Muñoz Munguía asume el quehacer poético con su palabra precisa, no otorga concesiones en sus construcciones verbales:

El sabor sepia que en ti deja

esta figura mía, es para que el silencio

con sus activos acentos brote

a mitad de la navegante noche

y te exclame la onomatopeya

del tic-tac golpeando en tus puertas

con el aroma de mi nombre.

En palmas de tu mano

se desmembra la razón,

entonces resbalan voces ocres

que van dando color

al camino rugoso

por donde he venido

hasta tu hermosa casa.

Nada queda al azar, todo se hilvana de una manera sabia y serena. Todo lo que es misterio se nombra. Como un itinerario, la rosa de los vientos nombra las emociones palpables de la noche, nombra y fundamenta. En Plegaria por las ciudades y Luciérnagas núbiles, las melodías a las que el autor alude  en el título del libro, producen correspondencia cuando dice:

La marcha hacia mi ciudad es lenta,

raíces nacientes del orbe de sueños

van a la cima de la montaña de tinieblas

donde mis pies escapados de la lumbre

dejan su desnudez y su rastro sobre rocas

en que cimenté mis infortunios reacios.

Pareciera que el poeta no sólo construye un libro de poemas, las sonoridades que surgen de sus textos, parecieran pequeños universos vivos, que se suceden con inquietante delicadeza, como olas, van dejando su huella para que cada uno entreteja su propio universo: 

SEMILLA DEL DÍA

Al abrir el puño una parvada de golondrinas

escaparon veloces hasta perderse

en el voraz horizonte que tragó el plumaje

de la breve biografía de la primavera,

donde dibujaron el rumbo del tiempo muerto

formando con su vuelo terco y desordenado

frazada para las rudas caricias sobre cicatrices,

las que muerden la carne hasta sangrar el olvido.

Las horas primeras lamen el cielo

sobre el alba soñolienta

en el naciente desafío del día.

El canto de luz ha subido inclemente

a la derrota de los pies solitarios,

imperio de la sarna de mendigos y

huellas de acaudalados malditos:

eternamente hambrientos hombres de oro

eternamente desmoronadas mujeres de plata

que no demoran su bandera sagrada,

de colores insulsos acuñados por falsas monedas.

Ricardo Muñoz Munguía, es un poeta que define el acto poético como una celebración muy rigurosa, donde prestigia la experiencia en  ejercicios muy depurados, que proyectan multiplicidad, pero a la vez, son una ventana a la memoria, esa en la que se reivindica la sensibilidad y la inteligencia de quien sabe sentir el mundo. Para el poeta, la enseñanza es un secreto:

donde la pasmada razón prismática

es gota enredadera sobre paredes

que cobardes y valientes trepan

conforme la generosa muerte

los bendice con el vasto beso

que incendia el vigor turbulento.


Nota del editor: Texto leído en el marco de la XXVI Feria Nacional del Libro de León (FeNaL), México, 2013. Se publica en el Mexican Cultural Centre con la autorización del autor y la FeNaL.


Juan Carlos Recinos, mexicano, es poeta, ensayista y editor. Autor del poemario Cantos Peregrinos. En el 2002 obtuvo una mención honorífica en el concurso de Poesía FIL Joven, en el marco de la Feria Internacional del Libro, de la ciudad de Guadalajara, México. Ha sido becario del Fondo Estatal Para la Cultura y las Artes de Colima, México, 2012, en el área de poesía.   

Algunas influencias mexicanas en la literatura colombiana

Sebastián Pineda Buitrago

1

Desde quién sabe qué edades prehispánicas ha habido relaciones culturales. Pero al menos desde la Colonia se sabe que los poemas de sor Juana Inés de la Cruz enamoraron al poeta bogotano Francisco Álvarez de Velazco y Zorrilla, por allá en 1690 a finales del siglo XVII, cuando él comenzó a dedicarle poemas, endechas y acrósticos que no sabemos si ella alcanzó a recibir. Hasta una carta apologética le mandó. Sí. Uno de los más entusiastas lectores y admiradores que tuvo en vida la mejor escritora mexicana de todos los tiempos, sor Juana Inés de la Cruz, fue un poeta colombiano, Francisco Álvarez de Velazco y Zorrilla, nacido en Bogotá (o Santafé de Bogotá) en 1647 y muerto en altamar en 1704 por su culpa, de pena moral por nunca haberla conocido personalmente. En 1703 había zarpado del puerto de Cartagena de Indias con destino a Veracruz en el Golfo de México, con miras a subir hasta la capital de Nueva España y visitar a su amada, sin saber que una peste había arrasado con ella y otras miles de personas en 1695, es decir, siete años atrás. Las noticias entre las colonias hispanoamericanas sufrían de inmensos obstáculos.

'Myology of the Horse (the shaman histories)' 60x55cm. Arte de José Santos. http://www.jsantos.co.uk

Myology of the Horse (the shaman histories)’ 60x55cm. Arte de José Santos. http://www.jsantos.co.uk

Álvarez de Velazco y Zorrilla, que usaba todos sus apellidos por prurito burocrático, se apartó de los tinterillos y escribientes coloniales del Nuevo Reino de Granada cuando murió su esposa. Se entregó al modo de vida epicúreo, dedicado al placer de la lectura y a componer poemas conceptistas, es decir, al estilo de Quevedo y de Petrarca y de Dante, mientras vivía de las pocas rentas de sus vastas haciendas que se extendían por el valle alto del río Magdalena y tocaban el puerto fluvial de Honda, que es el último tramo navegable del río. Alguna vez debió recibir algún baúl de libros proveniente de México o de España. O de ambos. En 1680 se tiraron varios ejemplares del Neptuno alegórico publicados en la imprenta oficial del virreinato de Nueva España, y en 1690, en Madrid, se distribuyó Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, Sor Juana Inés de la Cruz, religiosa profesa en el monasterio de San Jerónimo de la Imperial Ciudad de Méxicoque en varios metros, idiomas y estilos, fertiliza varios asuntos, etcétera, etcétera. Bastó leer un par de sus versos para que cayera y se confesara enamoradísimo. Sin conocerla personalmente sino sólo por leer su poemario Inundación Castálida… (1689), él fue el primero en publicar, en la ruda y solemne colonia, endechas, sonetos y cartas de amor a esta mujer de carne y hueso. No tenía manchas de machismo o de coquetería barata. “Paysanita querida”, “Hipocrene”, “Apola”, la llamó. Con ella proclamó que Hispanoamérica ya estaba produciendo una cultura digna de atención: “Que también a estas partes / Alcanzan los vergeles / Del Parnaso, y que muchas / Dicen, que está en tu celda su Hipocrene. / Que no son caos las Indias, / Ni rústicos albergues / de Cíclopes monstruosos / Ni que en ellas de veras el Sol muere”. A los poemas le anexó una “Carta Laudatoria, en donde le contaba su emoción por conocer la corte de Nueva España, “que la juzgo en toda metrópoli y cabeza de nuestras Indias […] con tanta más razón cuanto es más noble el objeto de estos deseos, reconociendo que con vuestra merced hay hoy en México una cosa mucho mayor y más admirable que el mismo México…” Nadie, en esos tiempos de abogados y clérigos, admitía estar locamente enamorado y menos escribir con esparcimiento y goce. “Me apliqué a las golosinas de las musas”, confesó en el prólogo a Rhitmica Sacra moral y laudatoria, título con el que reunió todos sus poemas que se publicó póstumamente Madrid en 1704. José Pascual Buxo indagó sobre ello en El poeta colombiano enamorado de Sor Juana (1999), y posteriormente el tema también ha dado para obras de ficción: a partir de una de las ilusiones del poeta bogotano, entrar de manera invisible en el estudio de Sor Juana y hacer ruido con sus papeles, R. H. Moreno-Durán imaginó en su obra de teatro, Cuestión de hábitos (2004), que Álvarez de Velasco alcanzaba a enviarle sus poemas y a visitarla secretamente en su convento.  

Amante inquieto, siempre

En tu celda invisible,

Haziendo ruido estoy con tus papeles.

II

Tres de los principales escritores vivos de Colombia, Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis y Fernando Vallejo, residen y habitan en México desde hace varias décadas. Cien años de soledad (1967), la novela colombiana más famosa del mundo, se escribió en un departamento de la colonia Cuauhtémoc o Anzures, cerca al centro del DF, bajo el hechizo –la lectura y la relectura constante– de la novela más mexicana, Pedro Páramo de Juan Rulfo. En el artículo “Breves nostalgias de Juan Rulfo”, Gabriel García Márquez declaró lo siguiente:

El descubrimiento de Juan Rulfo –como el de Franz Kafka– será sin duda un capítulo esencial de mis memorias. Yo había llegado a México el mismo día en que Ernest Hemingway se dio el tiro de muerte –2 de junio de 1961–, y no sólo no había leído los libros de Juan Rulfo, sino que ni siquiera había oídos hablar de él. [Recordemos que El llano en llamas es de 1953 y Pedro Páramo de 1955]. […] Yo tenía 32 años, había hecho en Colombia una carrera periodística efímera, acababa de pasar tres años muy útiles y duros en París, y ocho meses en Nueva York, y quería hacer guiones de cine en México. El mundo de los escritores mexicanos de aquella época era similar al de Colombia, y me encontraba muy bien entre ellos. […] En esas estaba, cuando Álvaro Mutis subió a grandes zancadas los siete pisos de mi casa con un paquete de libros, separó del montón el más pequeño y corto, y me dijo muerto de risa:

–¡Lea esa vaina, carajo, para que aprenda!

Era Pedro Páramo

[…] El resto de aquel año no pude leer a ningún otro autor, porque todos me parecían menores. […] El escrutinio a fondo de la obra de Juan Rulfo me dio por fin el camino que buscaba para continuar mis libros [1].

No se escapa de la influencia mexicana otra de las grandes novelas colombianas –quizá la más densa o intensamente colombiana–, La vorágine (1924). En efecto, José Eustasio Rivera había viajado a México en 1921 en misión diplomática y muy seguramente contempló el naciente muralismo que llevaba a cabo Diego Rivera. A pesar de que ninguno de sus biógrafos se ha detenido en su viaje a México y sus críticos poco hacen esta asociación con el muralismo, La vorágine de José Eustasio Rivera es un gran mural de la nacionalidad colombiana. Un mural perturbador. Si un pintor la representara trazaría un mural de líneas secas y tajantes y haría reverberar intensamente de verde la selva de esta novela deslumbrante. Digo que se parece a la técnica cubista y hasta surrealista porque ambos Riveras, el colombiano y el mexicano, agregan otro tipo belleza que roza con lo monstruoso.  Al horror agregan más horror, a la belleza más belleza –por seguir con un poema de Juan Manuel Roca, otro colombiano que vivió su niñez en México.

III

Resulta alarmante el constante transitar de los escritores colombianos por el mundo. Tienen como una constante “desazón suprema”, por decirlo con un término del poeta colombiano Porfirio Barba Jacob que también vivió y murió en México. Es que a diferencia de México, un país que ha hecho su cultura como política de Estado en pos de defenderse del imperialismo estadounidense, el gobierno colombiano no tiene ninguna de esas políticas como no sea vender al mejor postor sus recursos mineros y dejar que se fuguen sus cerebros. Barba Jacob anduvo por casi toda Latinoamérica durante la primera mitad del siglo XX. Y en su poema “Futuro” llegó a recitar como Whitman su autobiografía: “vagó, sensual y triste, por islas de su América / en un pinar de Honduras vigorizó el aliento; / la tierra mexicana le dio su rebeldía, / su libertad, sus ímpetus… Y era una llama al viento”.

La vida de Barba Jacob la ha relatado minuciosamente otro escritor colombo-mexicano, Fernando Vallejo, quien también vive en la “desazón suprema” y en cuyas novelas, La virgen de los sicariosLa rambla paralela o El desbarrancadero, ha logrado fijar en el lenguaje, como nadie, el carácter apasionado y a ratos paranoide y compulsivo del colombiano que ha padecido el terrorismo desenfrenado del narcotráfico. Pero también su débil cohesión social. Su profundo individualismo. El poeta Barba Jacob, que antes se llamaba Miguel Ángel Osorio y por un tiempo, Ricardo Arenales, se parecía a Colombia que también había cambiado varias veces de nombre en su historia republicana. Llegó a México de veinticinco años sin ningún objetivo ni ningún por qué. Lo asustó el estruendo del DF, y se encaminó a Monterrey donde amistó con el hijo del gobernador del estado de Nuevo León, Alfonso Reyes, que solía pasar breves temporadas en esa ciudad, mientras cursaba Leyes en la capital. “Nunca podré olvidar –le confesará Reyes muchos años después– la sacudida eléctrica que recibí al acercarme a usted el primer día, ni podrá borrarse en mí la señal de nuestra amistad”. [2].  Lo que más admiró Barba Jacob en Reyes fue justamente lo que a él más le faltó: disciplina. En varias ocasiones le comentaba a su amigo proyectos literarios que nunca llevó a cabo: una oda a Monterrey en versos heroicos, una novela sobre quién sabe que tema, un ensayo sobre Jesús, otro sobre Bolívar y un drama que pensaba titular “Los tres caminos”. Mientras tanto, el joven Alfonso Reyes presentaba su tesis de Derecho, Teoría de la sanción, al tiempo que se sumergía en el teatro ateniense, interpretaba la poesía de Mallarmé, meditaba en el estilo de la prosa, espejo del pensamiento, reprochando de paso el fatigoso rodeo oratorio. Serían los temas que encerraría en su primer libro, Cuestiones estéticas, publicado en París a comienzos de 1911 y cuya primera edición se vendió casi toda en Colombia.[3]

Colombia suele producir algunos de los escritores más contestatarios y rebeldes y groseros: Vargas Vila, Fernando González, Fernando Vallejo… Todos pensadores a medias, ahogados a menudo en sus propias reflexiones, saturados, empalagados de su propia lucidez. No hay un pensador sereno y robusto como Alfonso Reyes. No. Baldomero Sanín Cano se quedó en libros muy sucintos. Hasta Nicolás Gómez Dávila, el de los Escolios, es rabioso y cascarrabias. Germán Arciniegas demasiado gracioso para tomárselo en serio. Acaso la razón sea geográfica. No hay un Valle del Anáhuac sino, al decir de Reyes, «anarquía vital»: chorros de verdura por las rampas de la montaña; nudos ciegos de las lianas; toldos de platanares; sombra engañadora de árboles que adormecen y roban las fuerzas de pensar. «En estos derroches de fuego y sueño —poesía de hamaca y de abanico— nos superan seguramente otras regiones meridionales [Colombia o Venezuela]. Lo nuestro, lo de Anáhuac, es cosa mejor y más tónica. Al menos, para los que gusten de tener a toda hora alerta la voluntad y el pensamiento claro». ¿De ahí que se hayan ido García Márquez, Mutis, Vallejo, Marco Tulio Aguilera Garramuño, Laura Restrepo y quién sabe cuántos más a tratar de pensar mejor –escribir más claro– en el Valle del Anáhuac? Lo dudamos en unos; es evidente en otros. Pero no hay que culpar al medio por nuestras incapacidades cerebrales.

 IV

Quien en México tomara en su coche la carretera Panamericana o la “autopista del sur” y avanzara más allá de Chiapas, cruzando Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, solamente llegaría hasta Yaviza, un pequeño pueblo en el estado panameño del Darién, a orillas del selvático río Tuira. Todavía le faltarían 87 kilómetros para alcanzar la frontera con Colombia y otros más para llegar al primer poblado, Chigorodó, en la provincia de Antioquia. Pero a huevo tendría que atravesar a caballo o a pie, por trochas empantanadas, el Tapón del Darién que tapa la comunicación entre las tres Américas. Es uno de los lugares más lluviosos del mundo: densa selva extendida por montañas azotadas de cascadas y henchidas de apretada vegetación. No hay quien pueda cruzarla, como no sea algún mochilero a fuerza de vadear ríos y pernoctar en la selva. Colombia es una cosa impenetrable, por usar el título de un ensayo de Juan Guillermo Gómez.

Estos accidentes geográficos son lo que más diferencian a México de Colombia. También los señaló el Barón von Humboldt en su viaje por nuestros países a comienzos del siglo XIX. El pequeño altiplano de Bogotá, donde los muiscas no dejaron ninguna pirámide, decía que no puede compararse en extensión con el de Anáhuac o México, salpicado de pirámides. Básicamente Humboldt sostenía que casi todo el territorio mexicano podía ser caminable de un océano a otro en pocos días: estaba más ajustado más a la naturaleza humana; no así el de Colombia.

El reino de la Nueva Granada presenta valles transversales, cuya profundidad impide a los habitantes viajar como no sea a caballo [por trochas que suben y bajan por desfiladeros deslumbrantes]. En el reino de Nueva España, al contrario, van los carruajes desde la capital hasta Santa Fe, en la provincia de Nuevo México, por un espacio de 2,750 kilómetros, sin que todo este camino haya tenido el arte de vencer dificultades de consideración […] en México la loma misma de las montañas es la que forma el llano. […] Caminando desde la capital de México a las grandes minas de Guanajuato se sigue por espacio de diez leguas sin salir del valle de Tenochtitlan, que está 2,277 metros sobre las aguas del océano[3].

A pesar de esas dificultades de comunicación, tenemos casi los mismos apellidos y escribimos el mismo idioma (decir que hablamos igual es una exageración) y además desde la Colonia, si no fue por tierra, abundó el contacto marítimo a través del Caribe o mare nostrum. Siguen siendo ciudades hermanas –puertos casi idénticos– Veracruz y Cartagena de Indias. Y actualmente siete vuelos de pasajeros aterrizan o despegan diariamente entre México y Bogotá. 

 Coletazo 

Otros temas –cuando apenas estamos espigando los literarios– arrojan las relaciones de la cultura popular colombiana con la mexicana. Lo que Juan Rulfo ha significado para muchos escritores colombianos –una influencia notable– lo ha ejercido José Alfredo Jiménez para los cantantes populares. “Pero sigo siendo el Rey” suena dos veces como mínimo en cada pueblo colombiano. Y a ciertas horas de la noche y en ciertos puntos de Bogotá, por ejemplo, cualquiera puede detenerse y contratar a los mariachis como en la Plaza Garibaldi del DF, para amenizar fiestas o armas parrandas. Ha hecho tan suyo el mariachi el colombiano que yo he llegado a ver en España que, quienes tocan vestidos de charros en la Puerta del Sol en pleno centro de Madrid y para turistas europeos, suelen ser inmigrantes colombianos. Da igual si en las películas de Hollywood aparece un narco colombiano vestido con sombrero de Jalisco y con acento norteño: no será difícil ver un mismo personaje de la vida real, sin necesidad que sea narco, en las cantinas de un pueblo colombiano. Pero esto, repito, es otro tema. Muchas gracias.  


Nota del editor: Texto leído en el marco de la XXVI Feria Nacional del Libro de León (FeNaL), México, 29 de abril de 2013. Se publica en el Mexican Cultural Centre con la autorización del autor y la FeNaL.


Sebastián Pineda Buitragoinvestigador colombiano doctorando en Literatura Hispánica por El Colegio de México, estudió Literatura en la Universidad de los Andes, y en 2007 su tesis, La musa crítica: teoría y ciencia literaria de Alfonso Reyes, fue publicada en México por El Colegio Nacional. Investigador del Instituto Caro y Cuervo en 2010 fue becado por la Fundación Carolina para cursar el master de Filología Hispánica en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC en Madrid, España. Recientemente, además de artículos en importantes revistas internacionales, publicó una Breve historia de la narrativa colombiana. Siglos XVI-XX. 

El cuento como género en la actualidad. Tres visiones.

Juan Pablo Torres

Quizás el cuento sea el primer canal por el que llegamos a la literatura, el primer peldaño para no perder la capacidad de imaginar. ¿Pero, por qué es importante imaginar? ¿Trascendemos al momento de imaginar o simplemente cumplimos con el deseo del autor de ser leído?

Juan Pablo Torres. Foto cortesía.

Juan Pablo Torres. Foto cortesía.

Imaginar es importante porque es una rebelión, y es que cuando los niños les preguntan a sus padres algo que estos no saben responder, les piden que no pregunten. Leer se puede convertir en la respuesta, e imaginar amplía las posibilidades, pues genera personas analíticas, críticas, creativas. Para esto, los cuentos son una fuente interminable de imágenes, de tramas, de resoluciones, son el enfrentamiento con el mundo interior de los lectores. Es decir, el cuento no es la historia que comparte el autor, es un facilitador de autoconocimiento. La trascendencia del cuento radica en la formalidad que le damos a sus palabras, a eso que motiva un cambio al momento de leerlo. Concluirlo es un satisfactor, es intangible pero provoca sensaciones equivalentes a la música. Es un satisfactor más rápido que la novela, por ejemplo, pues en una línea o en unas cuantas páginas tenemos un final, hemos resuelto las tensiones y hemos cargado con los personajes. Nuestro mundo interior empieza a funcionar. Mejor aún, hemos controlado a la mente hasta lograr concentrarnos; algo que nadie nos enseñó.

El cuento es también la mejor herramienta para los nuevos escritores. En la ficción, permite ordenar las ideas y los conceptos básicos en ellos, dominar todas las mentiras posibles hasta proponerlas como una verdad disfrazada, tan bien, que se invadan los recuerdos, los miedos, las alegrías, las burlas, la experiencia de los lectores. El cuento en su más puro estilo de taller de escritura creativa, fomenta el desarrollo del autor, lo forma, lo patea, lo endiosa, lo arrastra y lo ubica en el oficio de contar historias surgidas de la realidad, de su realidad, que no es tan diferente a la del lector. El cuento sin lector se queda en un trabajo terapéutico e individual. Con lector, se vuelve una terapia de grupo. El cuento es una muestra de nosotros mismos, de nuestras conductas, actitudes, del reflejo en la dinámica social, del espesor de las visiones subjetivas, del pensamiento colectivo, de nuestras reacciones como seres tan simples o tan complejos, es la pantalla en la que se proyecta la vida y la muerte, la estética de los valores universales, la complexión de la verosimilitud. En el cuento, el autor puede ser lo que nunca será en su vida, lo que nunca quisiera ser, puede ser todos y ninguno de sus personajes. Sin embargo, su aparente sencillez hace que lo inabordable parezca una migaja bajo el sillón.

Una vez ahí, en el cuento se depositan los complejos y los anhelos, se administran las palabras y las oraciones de tal forma que, por unos cuantos minutos, cualquier universo cabe en la imaginación.

En términos prácticos, si usted lee un cuento, crea un vínculo tan endeble y tan resistente con el autor, que podría terminar en una cantina con él discutiendo sobre la historia contada, pero también podría discutirlo con su hijo, con su amigo, con su hermano. Los cuentos son puentes del pensamiento, son la rebelión de los niños, son la respuesta para los adultos. No cuesta mucho tomar un cuento y hacer como que nada pasa alrededor.


Nota del editor: Texto leído en la XXIV  Feria Nacional del Libro de León, México, 2013, en la mesa de reflexión: El cuento como género en la actualidad. Tres visiones. Participaron Gerardo Cárdenas y Juan Pablo Torres. Se publica en el Mexican Cultural Centre con la autorización del autor.


Juan Pablo Torres, mexicano, ha publicado las novelas Despídete del destino (Instituto Cultural de León, 2010) y Los de Arriba (Díseres, 2011; Instituto Cultural de León, 2012). Como integrante de talleres de escritura, ha participado en Altaller (Universidad de Guanajuato, Guanajuato) con A.J. Aragón, Escritura Autobiográfica (Ciudad de las ideas-Alfaguara, México, D.F.) con Xavier Velasco, Creative Writing (The John Osborne Arvon Centre, Shropshire, Inglaterra) con Toby Litt, Ghost Stories (The Moniack Mhor, Inverness, Escocia) con Patrick Gale. Dirige los talleres «Cuento+Ficción+Net» en la Universidad Iberoamericana León y dirigió el taller de cuento corto durante los Interculturales Lux 2012. Colaboraciones en las revistas Tierra Adentro, Contratiempo, Díseres; en el periódico El Sol de León; en Televisa Bajío; Ultra fm 98.3; Exa fm 104.1. Ha participado en la Feria Nacional del Libro de León (FeNaL), en el Festival de Literatura del Noroeste (FeLiNo), en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), en el 1er. Encuentro Nacional de Escritores en Reynosa, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).