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Día Mundial de la Poesía
Poemas de la autora mexicana Angélica Santa Olaya

Angélica Santa Olaya, 1962, Ciudad de México, poeta, escritora, historiadora y maestra de español. Fotografía: cortesía de la autora.
Los siguientes poemas se publican como parte de un convenio de colaboración entre la Asociación de Escritores de México (AEMAC) y el Mexican Cultural Centre (MCC), Reino Unido, con el propósito de promover a la literatura mexicana a nivel internacional.
Presentación
Por Obed González Moreno
Presidente interino en la Asociación de Escritores de México (AEMAC)
Invitar proviene de la palabra latina invitare que posee una denotación semejante a la de envalentonar que con el tiempo y como es en todo el lenguaje, derivó con referencia al contexto en tratar a alguien de buena gana. Sin embargo, también invitar está relacionada con la palabra velle que relacionada con la pala indoeuropea wei ofrecen la connotación de desear o querer, andar en busca de algo deseado. Entonces, podríamos concluir que un invitado es alguien que busca lo deseado o el deseado que se busca. La Asociación de Escritores de México A.C., mantiene una cercanía con autores que no son asociados; sin embargo, proyectan junto a la AEMAC, las mismas afinidades y sueños como es el caso de Angélica Santa Olaya. Los invitados son aquellos deseados que se buscan porque comparten las mismas inquietudes, los mismos anhelos y visualizan en la misma dirección, aunque no en el mismo camino. El invitado es alguien a quien se acoge con gusto, no es un huésped porque el huésped posee una connotación de hostilidad y de rivalidad. En la antigüedad, el huésped era señalado como el hombre poderoso que provenía del exterior, era un invasor. La escritora Amparo Dávila, conocedora del lenguaje, nos recuerda en el cuento que escribió sobre aquel oscuro ser poderoso que habita su casa y sólo atemoriza y amenaza su vida, lo hubiera titulado: El invitado, de una fácil manera, pero no es así, sabía lo que significaba ésta diferencia entre vocablos y decidió nombrarlo El huésped, por toda ésta arcaica carga semántica de poder, control y violencia. El invitado es alguien al que se conoce y aprecia, alguien que —también puede ser algo— siempre conlleva un código de confianza y cercanía; en cambio el huésped, es alguien o algo al que se desconoce y que siempre proviene del exterior y lo peor: puede quedarse a morar en los adentros. Tal vez, un huésped con el tiempo se llegue a conocer y a apreciar y pase a ser un invitado. Por consecuencia, el ser humano prefiere invitar a que lo habite aquello que conoce antes de arriesgarse a ser sorprendido por un huésped. En la AEMAC invitamos, porque en los invitados también reside la poesía, aquello que transforma y ofrece movimiento a lo estático y, por consecuencia, invitamos a ustedes a leer los poemas de la destacada escritora Angélica Santa Olaya.
AVE POETA
(Para Sor Juana Inés de la Cruz)
¿A qué flagrancia femenina apela
el dibujarla frágil y doliente
como una rosa que la espina anhela
o fruta lista para hincarle el diente?
Falsos idearios guardabas vehemente
para quemarlos con tu luz de vela
que no se apaga, pero sí rebela
los fuegos fatuos con razón ardiente.
Palabras-lanza de tu pluma salen
como aves libres que nadie retiene
en la oscuridad tus alas renacen
indomable faro infinito enciendes
un puño que vuelo intenso propale
poema y punzón que nadie condene.
CONTIENDA
Mis lianas enredadas en tu tallo
amurallan la danza sempiterna.
Rojo manzana es el color del rayo
que enceguece vital a la linterna.
No hay lucro ni pérdida ni fallo
en el ir y venir de las estrellas.
Ni monarca ni pérfido lacayo
que no beba la miel de las doncellas.
Deliciosos licores se fermentan
entre piernas caladas de rocío
y el ombligo de Psique se revienta
cuando conjuras con tu cerco el frío;
desnudando al gemido en la contienda
que exorciza el desierto y su vacío.
HERIDAS
Aguijón venenoso que se incrusta
en mi centro y desciende hasta el origen,
mis olas reverberan con la fusta
que abate mi ansiedad tardía y virgen.
Ser comida de leones no me gusta.
La carne derrengada siempre aflige.
Gladiador en el circo no es la justa
manera de aplacar a los que exigen.
Tu saliva se esparce entre mis plumas
que alunecen cantando a tus deseos;
dame un baño en el agua donde sumas
carne, piel y despiertas a los reos
anhelos condenados por las runas:
mil gorgonas en saco de Perseo.
DE LA VERDAD
Rechazas tu reflejo en mi canción,
mi palabra es cristal que no se vende
ni es súplica a la llama que la enciende,
su aliento no requiere aprobación.
Poesía y llanto triangulan mi oración:
Lamento solitario que contiende
bajo el manto que ingrato se distiende
vistiendo de penumbra al corazón.
Mi poesía no teme ni usa escudo,
forjó su fiel coraza al son del hierro.
Su verdad es el grito de los mudos
que una vez arrojaron al destierro.
¿Tu exilio te parece ahora rudo?
Es normal, no asististe a nuestro entierro.
DESTIEMPO
Se alzaron dos pontones irrompibles
nutridos de obsidianas dilatadas
con ladrillos de barro incorruptible
al abrigo de acústicas miradas.
Tu sueño era de lúbricos reptiles
acunando serpientes en la estrada,
el mío deambulaba entre indecibles
roedores que arañaban tu morada.
Escucho tu lamento agazapado
oculto en el olvido y a destiempo
donde el polvo sucumbe al desconcierto,
vago edén cuyo cielo fue apagado
juglar cautivo de elegíaco cepo
sueño de ámbar que murió irresuelto.
SONETO DE LA MUERTE
No quiero hacer sonetos a la muerte
porque morir es fuego en la conciencia,
es canción sin oído que la entienda
y es cama fría del amante ausente.
Si la ausencia es el fin de lo clemente
y es el hueco en que anida la tristeza,
quiero atar en la pata de la mesa
el final de la cuerda de un demente.
Cabo al tris que se anude y no termine
donde mi alma circule en un desliz
no sabiendo los metros que camine.
Si será Dios o el Diablo el que define
es polvo que no cruza mi tamiz.
Yo canto, aunque la cuerda desafine.
- Angélica Santa Olaya, 1962, Ciudad de México, poeta, escritora, historiadora y maestra de español para la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Universidad del Claustro de Sor Juana y Educación Básica. Imparte cursos de Creación Literaria para el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y diversas instituciones culturales públicas y privadas. Egresada de la UNAM, ENAH y SOGEM. Becada por el CONACYT. Primer lugar del concurso de cuento breve del diario El Nacional 1981 y del concurso de cuento infantil Alas y Raíces a los niños del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato 2004. Segundo lugar del V Certamen Internacional de Poesía «Victoria Siempre 2008» (Argentina). Mención Honorífica en el Primer Concurso de Minificción IER/UNAM “En su tinta” 2020 y Segundo Lugar en el Concurso Semanal “Crónicas de un virus sin corona” UACM 2020. Publicada en 134 antologías internacionales de ensayo, minificción, cuento, poesía y teatro, físicas y digitales; así como en diversos diarios y revistas en América, Europa y Medio Oriente. Autora de 15 libros de poesía, cuento, minificción y novela. Su libro 69 Haikus -con dos ediciones: una española y una mexicana- fue el primer libro de literatura mexicana presentado y difundido en Emiratos Árabes Unidos en 2015. Jurado de importantes concursos de poesía, narrativa y minificción nacionales e internacionales. Participó del Primer Recital Hispano-Árabe de Poesía de la Feria Internacional del Libro de Abu Dhabi 2015 y del evento internacional Poetic Heart 2015 y 2021, Poesía por la paz, representando a México, en Dubai. Homenajeada en 2015 por la Universidad Autónoma del Carmen. Traducida al rumano, portugués, inglés, italiano, catalán y árabe.
Poemas de Yaxkin Melchy: poeta e investigador mexicano

Crédito de la fotografía: propiedad de Yaxkin Melchy.
Los siguientes poemas se publican como parte de un convenio de colaboración entre la Asociación de Escritores de México (AEMAC) y el Mexican Cultural Centre (MCC), Reino Unido, con el propósito de promover a la literatura mexicana a nivel internacional.
Presentación
Por Obed González Moreno
Presidente interino en la Asociación de Escritores de México (AEMAC)
Si me preguntaran: ¿quisieras regresar a tu pasado? Les diría que no, porque si regresara a mi pasado quizás me daría cuenta que lo que recuerdo no es como yo lo recuerdo. Que lo que mi evocación ostenta como algo bello; audaz, tierno, amoroso o valiente no lo fue en realidad. De una manera terrible y violenta me percataría que mi recuerdo me ha traicionado y tal vez no sería tan feliz como lo soy ahora. Por eso, mejor no, muchas gracias, pero no. Nuestra mente es porosa para el olvido, escribió Borges al final de El aleph, y es verdad. El recuerdo es como lo deseamos rememorar, no es fiel en su totalidad y en ello consiste la magia, el vivir dos veces el mismo acontecimiento, uno donde la realidad se presenta y otro donde el recuerdo lo va delineando de la manera como él quiere. La vida va hilando sus telones con base en un entretejido de recuerdos que nos funcionan para saber que vale la pena vivirla. La historia como ciencia es interesante no tanto por los datos duros que ofrece sino por lo que se vivió y por lo poético que contienen algunos acontecimientos, esa magia que hace que se desborde la imaginación porque contiene algo asombroso. Y todavía es más sorprendente cuando el hecho histórico posee lo misterioso y cómo lo conservan muchas culturas antiguas de la humanidad donde lo extraordinario se presenta como algo impenetrable y ambiguo. Así también es nuestro recuerdo porque no podemos, y me alegro por ello, regresar el tiempo para confirmarlo. Con la implementación de las cámaras en los aparatos móviles de comunicación ahora nuestro recuerdo parecería que es más fiel pero no es así porque la misma grabación también es parte de quienes lo vivieron y cada quien lo va recordar como lo experimentó. El recuerdo es flexible como la misma vida, por consiguiente, los invitamos a leer unos recuerdos poetizados por medio de la pluma de Yaxkin Melchy, miembro de la Asociación de Escritores de México A.C.
ZACATENCO Y LA LAGUNA DE TICOMÁN
Dios brilló en el agua
nací en un siglo sin nombre
respiré el aire de la tarde
de Zacatenco
y al poniente
se encontraba la antigua orilla
de la laguna de Ticomán
De lo que quedaba
de las flores de acahual y mosqueros cardenales
se llenaron mis ojos
a la luz del sol de la tarde
Por el nororiente la gran urbe
siguió avanzando
Por el poniente vi al cometa Hale Bopp
regresando de su larga noche
y en las épocas de lluvia
los mayates entraban por montones a la casa
Corazón, flor que tiene perfume
en otros siglos esta visión nace del polvo
y en otros siglos esta visión vuelve a la orilla del agua
en el valle sagrado que llamaron México
Corazón, flor que tiene perfume,
una nube viajera 狂雲
sueña el retorno de Quetzalcóatl
a la casa del mundo
11 de julio de 2018, Ciudad de México.
TRES MANERAS DE SER NATIVO (FRAGMENTO)
Dios, estrella del espíritu
llena mi sueño
en el vacío humilde,
en la danza de los días.
Episteme de luz,
de las flores,
deja tu graciosa palabra
descansar
en el silencio de marzo.
Estrellas
y caracoles
en la playa
escucho las olas
en mi respiración
y veo la corriente
de kuroshio,
corriente negra, antigua
visible e invisible
y pienso en la bahía
de Navachiste.
Le he dicho al poeta pescador,
—Si tomo un barco
sobre esta corriente
llegaré a México—
y nos reímos juntos,
Nāga, es su nombre,
y significa serpiente,
mensajera de aguas.
Pienso en el dragón
de las aguas del Pacífico.
En el rey dragón del Sutra del estrado.
Me siento
como un hermano menor
de una hermana mayor,
pues en tu casa,
en Suwanose,
me mencionas
a la poeta Ámbar Past
y pienso — esta casa es igual
a la casa de Ámbar
que conocí en Chiapas—
¡Ah!
Himalayas, México,
Islas tokara, mandarinas
sashimi y pescados fritos
cenamos juntos
Nāga, Rada y yo
en esta isla de 70 habitantes
y un volcán activo.
Y esa noche
antes de llegar
a la casa de Nāga (Nagasawa Tetsuo)
soñé con la basura
que atiborra
las playas
de todos los mares
y estuve aquí,
en Suwanose,
a diez horas en barco
desde Kagoshima
entre corales
y botellas de PET
de todos los mares.
Rada, me dice
—Cada tanto
la gente de la isla
recolecta la basura
para enviarla a Kagoshima,
para que la traten,
pero siempre
llega más basura
y esa basura la comen
peces, tortugas,
aves, y los animales
enferman y mueren—
Dios,
en este barco del mundo
cuida mis ojos de la basura
y de la basura en mi corazón
Muéstrame una manera
de percibir
abundante de flores
jardines, pájaros
y coral azul…
21 de marzo de 2018-9 de septiembre de 2019.
- Yaxkin (Ciudad de México, 1985) es poeta, investigador y traductor de poesía japonesa. Es maestro en Estudios de Asia y África con especialidad en Japón por El Colegio de México y su tesis trata la visión ecológica en la poesía y vida del poeta caminante y activista ambiental Nanao Sakaki. Tradujo y publicó los poemas de Nanao Sakaki en la antología Cactus del viento (Asociación de Escritores de México, Colección Colores Primarios 2017, 2018) y ha traducido al poeta Miyazawa Kenji. Actualmente estudia el Doctorado en Humanidades en la Universidad de Tsukuba, Japón. Sus temas de estudio actual son las corrientes ecopoéticas, la identidad ecológica y la filosofía del medio ambiente. Como poeta escribió un libro titulado “El nuevo mundo” y ha publicado recientemente “Hatun Mayu” (Hanan Harawi, 2016), “Meditaciones del Pedregal” (Astrolabio, 2019) y “GAIA. Poemas en la Tierra” (2020). Escribió la columna “Ecopoéticas del haiku” para la revista en línea El Rincón del Haiku. Es editor de la editorial Cactus del viento y su página personal es: https://flordeamaneceres.wordpress.com/
De Francia a México, de México a Francia
Por Claudia Liliana Gutiérrez Piña
Como advierten los coordinadores, Andreas Kurz y Eduardo Estala Rojas, en la presentación y en el prólogo al libro «De Francia a México, de México a Francia: textos sobre el trayecto entre dos culturas», Universidad de Guanajuato, México, 2018, éste es resultado del “Seminario México-Francia: pensamiento, ciencia, literatura, historia, arte”, realizado entre octubre y noviembre de 2017 en las instalaciones de la Alianza Francesa de Guanajuato, México.

(De izquierda a derecha) Claudia Liliana Gutiérrez Piña, Andreas Kurz y Eduardo Estala Rojas. Presentación del libro “De Francia a México, de México a Francia: textos sobre el trayecto entre dos culturas”, organizado por la Alianza Francesa de Guanajuato, la Universidad de Guanajuato a través de su DCSyH, Campus Guanajuato, el Mexican Cultural Centre (MCC), el 06 de febrero de 2019. Fotografía: Mireya Buenrostro Murrieta / Alianza Francesa de Guanajuato, México.
El resultado guarda la apertura de voces y perspectivas que dio origen al Seminario: miradas que ponen en el foco algunos de los puentes que se tienden entre dos culturas: México y Francia, en este caso, siguiendo sólo algunos de los muchos hilos que definen la complejidad que supone el concepto mismo de culturas y más aun de las relaciones posibles que se pueden gestar entre unas y otras. En este mosaico de miradas, se suman, pues, lecturas desde perspectivas históricas, filosóficas, artísticas, literarias y estéticas.
El objetivo del libro, señala Andreas Kurz en su presentación, es someter a escrutinio la “engañosa unilateralidad” de las relaciones entre Francia y México, donde una lectura simplificada pudiera advertir el legado del primero como absorbido pasivamente por el segundo. Postura que, incluso, pareciera confirmarse en el tono de la misiva que Eduardo Estala Rojas en su prólogo rescata del archivo de la Alianza Francesa de Guanajuato, fechada en julio de 1969, donde a propósito de los festejos de la Fiesta Nacional Francesa, describe su revolución como la “fuente en que [los mexicanos] ha[n] nutrido sus aspiraciones de libertad y de justicia”. “Fuente” de la que abreva, “afrancesamiento de México”, “resonancia de”, “impronta de”, son las marcas que en algunos de los títulos de los capítulos que forman este libro parecieran confirmar en todo caso la mencionada perspectiva de unilateralidad, y que, como también menciona Andreas Kurz, harían pensar de inmediato al lector “que el objetivo del libro no se cumplió”. Felizmente esta es también una visión engañosa, porque al correr de sus páginas queda patente, por virtualidad de los distintos análisis que en él se desarrollan, la falsa pasividad en las redes más bien complejas que teje la comunicación de una cultura con otra.

“De Francia a México, de México a Francia: textos sobre el trayecto entre dos culturas”, de Andreas Kurz y Eduardo Estala Rojas (coords.), Universidad de Guanajuato, México, 2018. 204 pp. ISBN: 978-607-441-578-0.
A este propósito, el primer capítulo, titulado “Apuntes sobre el afrancesamiento del México decimonónico: ¿un mito histórico y cultural?”, a cargo del también coordinador del libro, Andreas Kurz, asume un ejercicio de revisión de algunos episodios históricos y textos mexicanos del siglo XIX que relativizan “el cliché del México afrancesado y culturalmente dependiente de Paris”, si se pone sobre la lente de observación los roces políticos y bélicos entre ambos países. Andreas Kurz desata un recorrido por los usos estratégicos que liberales y conservadores de las élites intelectuales y políticas mexicanas en la primera mitad del siglo XIX hacen de los ideales de la Revolución francesa y que difícilmente puede ser interpretados como un mero afrancesamiento del ideario político en la entonces en ciernes “nación” mexicana, sino más bien como una suerte de adaptación a una idiosincrasia que prolonga los ideales religiosos guías en el movimiento insurgente y que se concretan en el liberalismo cristiano que encarnó la figura de Fray Servando Teresa de Mier, uno de los primeros promotores de la independencia. Así, Andreas Kurz pone el acento en una de sus observaciones iniciales: “Negar el rol decisivo [de la gran revolución de 1789] en el desarrollo político y social del México decimonónico sería inaceptable, aunque quizás también este rol se resalte demasiado en detrimento de los esfuerzos y aportaciones que se realizaron en México”. Así, retoma también el modo en que la intervención francesa incide en las transformaciones de la evaluación y valoración de la revolución, la ilustración y la cultura francesas en el ideario mexicano, llevadas como es de suponer hacia terrenos problemáticos y unas veces de clara afrenta, plausible bien en el discurso literario, como el de los miembros de la Academia de San Juan de Letrán: José María Lacunza e Ignacio Rodríguez Galván , o en los textos de José María Iglesias y Guillermo Prieto, entre otros. El análisis de Andreas Kurz es sin duda, uno de los trabajos más encomiables del volumen, en su estilo y en su contenido.
En la disposición de los textos del libro, regida por el orden de la cronología de los temas sujetos a la observación de los autores, sigue el trabajo de César Federico Macías Cervantes, quien desarrolla un estudio sobre la historia de la casa editorial Rosa y Bouret, formada por la fusión de la Casa de la Rosa y la Librería Bouret, ambas francesas, encargadas de la edición de libros en español, primero exportados y después producidos en México. César Federico Macías Cervantes recoge los testimonios historiográficos sobre la vida de esta Casa editorial, compaginándolos con el trabajo de archivo en los acervos de bibliotecas en Guanajuato, Jalisco y Puebla para rastrear la dinámica de desarrollo de esta sociedad editorial, a la cual reconoce como un indicador de la trasformación de producción de textos que respondía a las demandas de un mercado de lectores dirigidos por los anhelos de modernidad en el México porfiriano.
Por su parte, Juan de Dios Martínez Lozornio, en el texto “La resonancia del pensamiento de Henri Bergson en la obra filosófica de José Vasconcelos”, analiza la vena del pensamiento del ateneísta mexicano filtrado por la rejilla de la obra del francés, en términos de una influencia que, como advierte desde sus primeras líneas opera más en el orden de un trasvase de los tópicos bergsonianos que decantan discordantes en la pluma de Vasconcelos. Uno de los elementos que me interesa resaltar de este trabajo es su disposición de retomar la figura de Vasconcelos dejando entre paréntesis el sesgo sociopolítico al que se ha condenado la lectura de toda su obra, así como su certero señalamiento respecto al descuido, por no decir abandono, en el que se encuentran las reediciones de una producción prolífica y compleja como la suya, que merecería mayor atención. Para sus fines, el texto de Juan de Dios Martínez Lozornio desata una extensa revisión del pensamiento de Bergson, necesaria para pautar las conexiones y desplazamientos que respecto de él establece Vasconcelos en su monismo estético.
Sigue en este recorrido, una cala en el universo artístico del surrealismo, en la voz de Gabriela Trejo Valencia, quien recoge en su trabajo titulado “Del fumage a la decalcomanía: técnicas surrealistas para trazar la relación cultural entre México y Francia”, la interacción de lo que denomina “los dos países surrealistas por antonomasia: Francia, pilar del movimiento, y México su remate”. Sobre esta última aseveración observa: “El remate puede entenderse como la conclusión de algo, pero también como el elemento que en ciertas construcciones se sobrepone para coronarlos”. El desarrollo del texto de Gabriela Trejo Valencia, en este sentido, y con la guía de la cronología atribuida al movimiento surrealista desarrollado entre 1918 y 1939, perfila la legendaria Exposición Internacional Surrealista en México realizada en 1940 como “el extremo del movimiento francés tanto como una de las joyas que lo coronan”, es decir, la perla que lo remata. Como apunta la autora, tras de esta exposición se encontraba la estancia de Bretón en nuestro país en 1936, que, a decir de Gabriela Trejo Valencia, dotó al movimiento francés de un nuevo significado en la famosa afirmación del poeta que vio a “México como un país en sí mismo surrealista”, la cual supuso reconocer nuestro país como “la tierra que daba forma a las ideas que los surrealistas tenían de sí mismos. A kilómetros de su punto de origen, México les daba la identidad al tiempo que desplegaba la lógica del absurdo más allá de una decalcomanía”. La lectura de Gabriela Trejo Valencia abunda en este efecto de modelación que de México hicieron los surrealistas, tejida en realidad a su propia imagen y semejanza, así como en México el movimiento siguió también sus propias imágenes azarosas.
Por mi parte, me sumo a los trabajos de este volumen con una propuesta de lectura de la relación que la obra del escritor mexicano Salvador Elizondo guarda con el pensamiento de Paul Valéry. Como trato de mostrar en el capítulo titulado “El método de Salvador Elizondo. “El mal de Teste” o la impronta de Paul Valéry”, la prosa elizondiana y el proyecto literario que ésta encarna deben en mucho a la figura del francés el interés por los procesos de la inteligencia, o bien de los “dramas mentales”, para decirlo en sintonía con las palabras de Valéry, como mediadores del acto creativo. En la pluma de Elizondo, sin embargo, las insistencias valerianas adquieren características y rasgos obsesivos propios que decantan en la creación de arquitecturas textuales avenidas a la intención de traducir o demostrar, por virtualidad de la escritura, esos “misterios del alma”. Ejercicios que se totalizan los afanes del escritor mexicano.
El trabajo de Asunción Rangel sigue el hilo de continuidad del análisis literario con la revisión de un escritor que comparte generación con Salvador Elizondo. En su texto “La galería francesa en los Inventarios de José Emilio Pacheco”, Asunción Rangel dibuja, antes que una galería francesa, una visión cromática de la obra de Pacheco en la que Francia y París llegan a asomarse más a modo de refracciones de los imaginarios que pueblan la biblioteca del escritor. París está entonces en los inventarios de Pacheco por vía oblicua en la imagen que de ella se construye en la prosa de Rubén Darío, en los pasajes de Walter Benjamin o en un cuento de Julián de Casal. Se trata, dice la misma Asunción Rangel del París que se encuentra en los libros de poemas, en las novelas, en los diarios, en las cartas, en resumidas cuentas, el París figurado en la palabra que dice más que el París “real” porque habla de sus cosas invisibles.
Finalmente, con el texto de Genaro Martell “Los inmateriales mexicanos”, llegamos a las postrimerías del siglo XX con el seguimiento que desarrolla el pensamiento del filósofo francés Jean-François Lyotard y sus reflexiones respecto de la “decrepitud moderna” y el consabido concepto de posmodernidad, el cual es puesto a dialogar con algunas reacciones de orden estético en México que trazan lo que define una suerte de “historia al revés” en las que busca dilucidar la exposición de ideas posmodernas avant la lettre. Dirige así un recorrido por una galería de cuatro salas, en las que recoge las estampas de José Clemente Orozco, Carlos Fuentes, el pintor novohispano José Juárez y el poeta guanajuatense Antonio Plaza. Por último, el libro recoge a modo de epílogo las relatorías de las doce sesiones del Seminario que dieron origen al libro, a cargo de Mireya Buenrostro Murrieta, dejando así constancia de otros trabajos que, por cuestiones de tiempo, no pudieron verse concretados en el libro.
En resumen, esta escueta descripción no es más que una invitación al lector a hacer sus propios juicios del libro. La propuesta, como reiteran sus paratextos es modesta, como sólo puede serlo todo gesto revisionista de la complejidad de las relaciones que se tejen entre las culturas. Lo que sí creo que logra a cabalidad es que, en su variable urdimbre, el libro deja ver, muestra, abre los ojos del lector a esta complejidad y recala en la importancia de, como anuncia su título, seguir los movimientos del trayecto, las idas y vueltas que dibujan los vasos comunicantes entre sociedades, pensamientos, individuos y obras. Porque, como atinan a observar los coordinadores de este libro, sus sentidos anidan en las travesías, antes que en los puntos de su partida y de su llegada.
Para descargar el libro en versión digital sin costo, aquí.

Claudia Liliana Gutiérrez Piña es profesora-investigadora del Departamento de Letras Hispánicas de la Universidad de Guanajuato, México. Fotografía: Eduardo Estala Rojas / Alianza Francesa de Guanajuato, México.
Claudia Liliana Gutiérrez Piña es doctora en Literatura Hispánica por El Colegio de México. Autora del libro Las variaciones de la escritura. Una lectura crítica de El grafógrafo y de la obra de Salvador Elizondo (2016). Coordinadora del libro Salvador Elizondo: ida y vuelta. Estudios críticos (2016) y Mujeres mexicanas en la escritura (2017). Obtuvo el premio a la mejor tesis de doctorado en el área de Humanidades 2013, otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Ha impartido cursos en la Universidad Autónoma del Estado de México y Tecnológico de Monterrey. Actualmente es profesora-investigadora del Departamento de Letras Hispánicas de la Universidad de Guanajuato, México.
Blick von außen: Kulturelle Handlungen im Ausland
Von Liliana Pedroza Castillo*
Übersetzt aus dem Spanischen ins Deutsche von Sven Ehlert**
Angesichts des Verständnisses, dass die diplomatischen Beziehungen zwischen einzelnen Ländern meist durch kulturelle und künstlerische Anlässe im Rahmen fröhlicher Festbankette initiiert werden ist es notwendig, die Verbindungen zwischen einzelnen Kulturen auf kommunikativer Ebene neu zu überdenken.
Meiner Erfahrung im Feld kultureller Formalität innerhalb künstlerisch-alternativer Kreise innerhalb und außerhalb Mexikos nach stellt es sich als unabdingbar dar, den künstlerischen Diskurs, der sich am unbemerkten Rande der Kunstszene abspielt, breitenwirksam in Szene zu setzen. Freilich bildet dieser künstlerische Diskurs sich hauptsächlich in kleinen, wohl erlesenen Kreisen. Galerien, Bibliotheken, Bars, Theatern, Parks: Jeder Ort kann als Forum für Künstler aus verschiedenen Genres fungieren und ein Ambiente schaffen, das zum Austausch untereinander anregt: Zwischen Künstlern, aber auch zwischen Darstellern und Zuschauern.
Das Schaffen derartiger Freiräume, die einen Kontakt zwischen Kunst und Publikum erzeugen, sollte oberste Prämisse sein, um potentielle Interessenten zu erreichen. Interessenten, die spontan ihren Tag unterbrechen, um Teil dargebotener Kunst zu sein. Den Kontakt zwischen Kunst und Alltag hervorzurufen, bis die natürliche Grenze zwischen diesen beiden Polen verschwindet. Mit den Genres spielerisch umgehen, Künstler und Zuschauer zum Austausch bewegen und gleichzeitig Staunen erzeugen.
Die kulturelle Mischung ist zusätzlich ein Bindeglied zwischen Künstlern und Publikum, nicht nur als bloßes Medium oder Vermittlungsinstanz zwischen diesen beiden, sondern auch mit der Pflicht versehen, Sorge zu tragen für einen komplexen kulturellen und interdisziplinären Diskurs.
Ein Seiltänzer, der das Seil gespannt hat zwischen der künstlerischen Tradition und den Brüchen mit ebendieser, nur so kann eine dynamische Kultur entstehen und eine permanente Neuerfindung von Kunst vollzogen werden. Das Durchbrechen dieser statischen Paradigmen, die im Ausland über die eine Kultur vorherrschen, ist hierbei Hauptaufgabe und Ziel zugleich. Nur so können Paradigmen erneuert werden, Kunst fungiert als Mediator zwischen Selbst- und Fremdwahrnehmung.
Während kultureller Aktivismus sich ausgehend von unzähligen Impulsen aus der Kunst diversifiziert und transformiert, läuft die kulturelle Diplomatie Gefahr, der lahmen Bürokratie zum Opfer zu fallen, nur ein gewisses limitiertes Publikum zu erreichen und einer gebetsmühlenartigen Wiederholung seiner selbst zu verfallen. Daher muss dem entgegengewirkt werden, indem neue Wege des inter- und transkulturellen Austausches gesucht und Impulse bewusst gesetzt werden müssen.
Es muss erörtert werden, was jeder einzelne konkret bewirken kann und ersinnen sollte, um der Kunst neue Freiräume im gesellschaftlichen Kontext zu gewähren und um gleichzeitig neues Publikum für sie zu interessieren. Die Kunst auf die Stra0e zu bringen, aus dem Verborgenen heraus ins Öffentliche, kann hierbei helfen, um sie in den Alltag integrieren zu können. Ein Aufeinander- und Zusammentreffen zwischen den unterschiedlichsten Kulturen schaffen, nicht um Unterscheide zu exponieren, sondern die Gemeinsamkeiten zu erkennen und dort anzuknüpfen. Exakt hierin liegt die Herausforderung.
*Liliana Pedroza Castillo ist Schriftstellerin und Essayistin. Sie ist studierte Literaturwissenschaftlerin und erlangte ihren Abschluss an der Universidad Autónoma de Chihuahua, Mexiko. Sie promovierte in hispanoamerikanischer Literatur an der Universidad Complutense in Madrid, Spanien. Derzeit ist sie Mitglied des SENALC (Seminario de Estudios de Narrativa Latinoamericana Contemporánea–Seminar zu Studien kontemporärer lateinamerikanischer Kurznarrativik), zugehörig zur Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Für weitere Informationen: http://www.lilianapedroza.com
** Sven Ehlert ist Lehrer für die Schulfächer Spanisch und Geschichte an einer deutschen Schule. Er studierte an der Universität Duisburg-Essen und neben seiner Lehrtätigkeit an einem Gymnasium beschäftigt er sich mit einem Dissertationsprojekt über die Entwicklung von Fußballvereinen im franquistischen Spanien. Er ist Mitglied des beratenden Beirates des Mexican Cultural Centre (MCC), Vereinigtes Königreich.
35 Feria del Libro de Tijuana, México, 2017
La 35 Feria del Libro de Tijuana, México, 2017, se aventura en la exploración de nuevas formas para abordar el texto, la creación literaria y la lectura, con el proyecto del Ágora Hipermedia, un espacio dirigido al público infantil y juvenil, en el que la tecnología, la realidad aumentada, el uso de aplicaciones y plataformas digitales se combinan para ofrecer actividades, charlas y talleres, con temas como los booktubers, la twitteratura, el libro digital y los poemojis.
Lecturas en Voz Alta en Tijuana, Baja California, México.
Lecturas en Voz Alta en Tijuana, Baja California, México.
Primer aniversario: Lecturas en Voz Alta en Tijuana, Baja California, México.
Invitan: El Mexican Cultural Centre (MCC), Colectivo Escénico: Dragones en el Horizonte, Café Dionisio, Centro de Copiado: Firocopy, Israel Josafat.