México

Kevin Barrett

De joven, tuve un amigo llamado: Joaquín Carrasco. Él era de Oaxaca, México. “Juqui”, como le gustaba que le llamarán, solía contarme las historias de su país. Estas historias se las compartía a algunos estadounidenses, quienes me dijeron: ¡México es un país en desarrollo!


De izquierda a derecha: Kevin Barrett, bailarín y escritor; Carlos Jaime, director de teatro y actor; Xosué Martínez, fotógrafo y escritor.  El 1 de agosto de 2015, participaron en la primera serie: “Diálogos con promotores culturales de México en el extranjero”; Casa de Cultura Diego Rivera, León, Guanajuato, México. Evento organizado por el Mexican Cultural Centre (MCC), Reino Unido. Fotografía: Eduardo Estala Rojas.

De izquierda a derecha: Kevin Barrett, bailarín y escritor; Carlos Jaime, director de teatro y actor; Xosué Martínez, fotógrafo y escritor. El 1 de agosto de 2015, participaron en la primera serie: “Diálogos con promotores culturales de México en el extranjero”; Casa de Cultura Diego Rivera, León, Guanajuato, México. Evento organizado por el Mexican Cultural Centre (MCC), Reino Unido. Fotografía: Eduardo Estala Rojas.

En aquel tiempo, no sabía la diferencia entre lo qué es un país en desarrollo y un país desarrollado. Busqué en el diccionario: la definición no reflejaba la idea de lo que yo tenía en la mente. Entonces, le pregunté a mi amigo Joaquín: ¿cuál era la razón? Él me explicó que un país en desarrollo, es otra forma de decir un país pobre. “Pero yo vengo de un barrio pobre”, le contesté. “Eres de un barrio en desarrollo”, respondió. Ambos nos reímos. Joaquín, con el tiempo, me invitó a visitar su país.

Durante mis viajes a México, he visto cosas maravillosas. La belleza natural y la arquitectura de las pirámides, me dejaron asombrado. En México, he conocido a la gente más sencilla, amable y de gran corazón. Cada plática con los mexicanos sobre arte, literatura, música, teatro y ciencia, cambió mi opinión de cómo veía al mundo. Sin embargo, lo más importante, es cómo me veía a mí mismo.

Hace 15 años conocí al mexicano Carlos Jaime, con quien he dialogado sobre diversos temas. Por ejemplo: mi experiencia de bailarín de ballet con técnica rusa. Estudié en la compañía del Sr. Alvin Alley. Por la influencia de Carlos, volví al teatro bailando el zapateado, el tradicional baile de Veracruz: el son jarocho. Participamos juntos en el tributo al poeta español Federico García Lorca, con su obra “Bodas de sangre”. Esta obra fue adaptada a un ambiente en las montañas de la huasteca veracruzana. Con un impresionante espectáculo folclórico, dirigido por la maestra mexicana Laura Crotte, en la ciudad de Chicago, Illinois, Estados Unidos.

Con todo esto, me di cuenta que el zapateado, tiene una relación palpable con la danza tap, influencia de la cultura afroamericana, un dolor expresado en el canto, muy similar al canto del evangelio o góspel. Recuerdo, que poco a poco aprendí a escuchar esa voz que habla en un lenguaje diferente, ese lenguaje en el cual yo crecí en los Estados Unidos. A través de esos zapateados y cantos, es donde me reconocí a mí mismo.


Kevin Barrett, estadounidense, es bailarín y escritor. Actualmente reside en Anchorage, Alaska.

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