
En el Museo Palacio de los Poderes de la ciudad de Guanajuato, México. De izquierda a derecha: Mtro. René Fernando Nila Preciado, Dr. Gilberto Martiñón Cano, Dra. María Concepción Márquez Sandoval. Moderó: Mtro. Antonio Galván García. Fotografía: Eduardo Estala Rojas / Mexican Cultural Centre (MCC), 2019.
Por Mireya Buenrostro Murrieta
Con el apoyo de Eduardo Estala Rojas.
El martes 30 de julio de 2019, a las 16:00 horas inició la celebración del 80 Aniversario de la Respetable Logia Simbólica Independencia 250, a través de una serie de conferencias magistrales y mesas redondas, presentadas en el Museo Palacio de los Poderes de la ciudad de Guanajuato, México, a partir del 30 de julio al 28 de agosto de 2019. Dicho evento sin precedentes, se gestionó por medio del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato y el Mexican Cultural Centre (MCC), Reino Unido; bajo la coordinación de Antonio Galván García y Eduardo Estala Rojas. El primer programa contó con la participación de la Dra. María Concepción Márquez Sandoval, el Dr. Gilberto Martiñón Cano y el Mtro. René Fernando Nila Preciado.
“El Rito Escocés en México y su vinculación al arte”
En primer lugar, la doctora en Historia Latinoamericana por la Universidad de Arizona, Estados Unidos, María Concepción Márquez Sandoval, mencionó que el objetivo del tema: “El Rito Escocés en México y su vinculación al arte”, es “ejemplificar a través de una obra pictórica los vínculos que existieron a finales del S. XIX en México, entre miembros del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y artistas de la Escuela Nacional de Artes. Estos vínculos se manifestaron en dos corrientes principales: artistas que pertenecieron a logias masónicas, o bien miembros de estas que encomendaron la elaboración de obras a profesores y alumnos de la academia”.
Muy acertadamente toma como ejemplo para abordar dichas relaciones, el cuadro “La muerte de Marat”, realizado por el artista mexicano Santiago Rebull en 1875. “La obra cubre con amplias vertientes de asociación masónica al ser el autor parte de una logia, además es encargada esta obra artística por el renombrado historiador y jurista Alfredo Chavero, masón 33º, quien entonces fungía como Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del R. E. A. y A”, mencionó.
Asimismo, ante la falta de un documento especifico por parte del artista o el comitente afirmando el detalle del porqué de la obra, la investigadora señaló que es “necesario buscar información en fuentes alternas como es la prensa de la época. Puede inferirse que el contacto entre Rebull y Chavero surgió al ser este un asiduo participante en las exposiciones de la Escuela Nacional de Bellas Artes y adquirir regularmente acciones para estas. Por lo que es muy probable que en la escuela conoció al pintor”.
Sin embargo, en un contexto histórico-político, “la relación que hay entre la francmasonería y la política mexicana es que la mayoría de sus legisladores pertenecían a esta. Si bien, los problemas entre las hermandades comenzaron cuando el Rito Nacional Mexicano reanudó sus trabajos después de la restauración de la república. Para ambos era necesario crear un consejo el cual regulara las distintas logias del país. Por su lado, el rito escocés se escudaba en su antigüedad y la pureza de sus ritos. En 1868 se firma un acuerdo entre ambos ritos para reconocerse y aceptarse mutuamente como hermanos, pero por diferencias entre ellos se desconocen y cada uno instala su propio consejo. Más adelante, en 1871, se formó el Rito Escocés Antiguo y Reformado que fue un grupo de escoceses que se separaron del Gran Soberano Comendador: Alfredo Chavero. El problema real vino cuando el rito mexicano (quizá viendo alguna manera de aliarse con los escoceses) reconoció al nuevo rito”, puntualizó.
En consecuencia, Chavero sentó las bases para dar fin a los lazos de hermandad y logró el desconocimiento del nuevo rito escocés, mediante el Convento de Lausana, en Suiza, en el año de 1875.
Finalmente, en un grado iconográfico: “El cuadro puede ser una posible figura pictórica a los conflictos políticos y violentas circunstancias de la década de 1870. Puede ser una alegoría que intenta aleccionar a los francmasones sobre las funestas condiciones de una división polarizada. En el arte las posibilidades de interpretación son múltiples y están ligadas a los conocimientos y prejuicios que posee quien observa, existiendo entonces un abanico infinito de posibilidades”, concluyó.
“Fin del derecho penal en el siglo XXI y su relación con los Landmarks”
El licenciado en Derecho, maestro en Ciencias Jurídico Penal por la Universidad de Guanajuato, doctor en Derecho por la Universidad de Granada, España, Gilberto Martiñón Cano presentó el tema: “Fin del derecho penal en el siglo XXI y su relación con los Landmarks”, en el cual plantea unas preguntas como punto de apoyo en el desarrollo de su tesis: ¿Cuál es el fin del Derecho Penal? ¿Cuál es el fin del Derecho? ¿Para qué nos van a servir las leyes?
En cuanto a la solución a estas preguntas el Dr. Martiñón Cano se refiere que “en 1974 el autor Howard Zehr de la Universidad de Virginia, crea un paradigma que se llama Justicia Restaurativa y este concepto se coloca en el artículo 17º de la Constitución Política Federal Mexicana. Entonces, el paradigma de castigar por castigar no es convincente y aparece con ciertas notas que lo importante es restaurar el tejido social por medio de los llamados Landmarks, el cual es un vocablo en inglés que se traduciría literalmente como “marca en la tierra” (monumentos o puntos de referencias)”.
Así pues, “el propósito de los Landmarks se ven reflejadas en tres transcendencias: la primera, sirven para construir un edificio, hacer una catedral, una iglesia; la segunda, se toman como un centro de referencia para ubicar un lugar; tercero, cuando está dañado hay que recomponerlo”, denotó el investigador.
“La masonería retoma este concepto de Landmarks y en 1721, George Payne realiza la compilación de los reglamentos generales de la Gran Logia de Londres, donde se reguló por primera vez los deberes, usos, costumbres y tradiciones. Este concepto evolucionó en 1723 y la Gran Asamblea de la logia inglesa le cambió el nombre para llamarle reglas, normas y posteriormente de ahí se derivan las constituciones”, agregó.
En definitiva, si lo vemos de manera conjunta con la situación real del país “podemos decir que el objeto del Derecho Penal actual, con base a una consideración de Landmarks, es restituir el tejido social para que las cosas vuelvan a estar como antes de la comisión. Así pues, la construcción social sea la correcta, vertical, respetando los derechos de cada uno. Con esta nueva visión de un nuevo Derecho, una nueva forma de hacer las cosas, una nueva reinterpretación, del cual es el objeto del Derecho y del Derecho Penal con conceptos clásicos aplicados a la modernidad, podemos llegar entonces a soluciones más adecuadas”, finalizó.
“Desarrollo de la masonería en Guanajuato/Caso Independencia 250”
El Mtro. René Fernando Nila Preciado, expuso el tema: “Desarrollo de la masonería en Guanajuato/Caso Independencia 250”, enfocado en presentar el largo caminar que ha vivido dicha logia. “La masonería en el Estado de Guanajuato se remonta hasta antes de la época de Independencia, cuando Miguel Hidalgo y Costilla, y el general Ignacio Allende visitaban Querétaro. Por otra parte, el 28 de septiembre de 1838, la Gran Logia del Valle de México le da su carta bajo dispensa, y empieza a trabajar con regularidad la Logia Independencia 250. Recibiendo la carta definitiva el 22 de agosto de 1939. Si bien, tiene como antecedentes unas logias que a finales del siglo antepasado funcionaban en Guanajuato, llamadas Luz y Fuerza 36 y Lux 28, en el primer cuadro de fundadores aparecen: Pablo Gómez y Francisco Ballesteros”, comentó.
Siguiendo la cronología: “durante la época de la Cristiada vienen algunas situaciones riesgosas para Independencia 250, ya que algunos de sus miembros fueron acusados de haber colocado dinamita en el Cerro del Cubilete para destruir una de las primeras figuras que había del Cristo Redentor. Finalmente, en una supuesta confesión, el acusado dijo que él había sido el autor”, indicó.
“Cuando pasó lo de la época Cristera se tenían que andar resguardando en algunos lugares. Después de la década de los 50 estaban en una casa por Tepetapa, casi esquina con la calzada del Panteón. En aquel lugar, a todos los hermanos les dio la bienvenida un ciudadano que no pertenecía a la orden masónica”, expresó el Mtro. Nila Preciado, (quien fue integrante de la comisión encargada de elaborar el reglamento de tránsito para los municipios de la Entidad de Guanajuato).
“Para finales de los 70 y principios de los 80 se reúnen nuevamente algunos hermanos y se contrata un local que esta atrás del Teatro Cervantes, lo arrendan y ahí se trabaja hasta alrededor de los 90. Viene otro peregrinar después de esa década y nos fuimos a ocupar espacios a Marfil, en la Alameda, en Cuevas, después a las Palomas y en Marfil. Actualmente, estamos ubicados en la colonia Peñitas y ahí es donde estamos funcionando en lo que se instala un nuevo taller”, concluyó su tema a las 18:15 horas.
Para descargar el programa un clic aquí.
- Mireya Buenrostro Murrieta, colabora en el Mexican Cultural Centre (MCC), Reino Unido. Egresada de la Licenciatura en Historia por la Universidad de Guanajuato, México. Realizó en el 2017-2018 su Servicio Social Profesional (SSP), en la Alianza Francesa de Guanajuato, bajo la tutoría académica de Eduardo Estala Rojas.