Para la octava edición, se contó con la presencia del Dr. Luis Fernando Macías García, profesor e investigador de la Universidad de Guanajuato. Crédito de la fotografía: Eduardo Estala Rojas / Mexican Cultural Centre (MCC).

Gustavo Cabrera Flores

La UNESCO durante el 2005 al establecer el Día Mundial de la Filosofía, destacó la trascendencia que tiene esta disciplina especialmente para los jóvenes, resaltando que la filosofía es una rama del conocimiento humano, la cual fomenta el pensamiento crítico e independiente, siendo capaz de trabajar en pro de una mejor comprensión del entorno que nos rodea y con ello promueve la tolerancia y la paz en el mundo.

Debido a lo anterior, el 21 de noviembre de cada año a nivel mundial, es celebrado dicho acontecimiento en donde se resalta el valor duradero de la filosofía en el desarrollo de las culturas y de los seres humanos. En este sentido desde hace 8 años, el Mexican Cultural Centre (MCC), viene organizando el Día Mundial de la Filosofía, UNESCO,  en la ciudad de Guanajuato, México, con la colaboración de la Alianza Francesa, la Universidad de Guanajuato, la Secretaría de Cultura del Estado de Guanajuato, la Cámara de Diputados Locales, la Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato y la Dirección General de Cultura y Educación del Gobierno Municipal de Guanajuato. 

Para la octava edición, el Dr. Luis Fernando Macías García impartió la conferencia titulada: “Esperanza o desencanto: los desafíos terapéuticos de la filosofía contemporánea para un mundo que sufre”, quien es profesor e investigador de la Universidad de Guanajuato. Durante su exposición, precisó que los traumas humanos siempre han estado ligados al hombre ejemplificando las guerras vividas durante la Grecia Clásica, cuando los soldados quedaron horrorizados al presenciar la violencia, la crueldad y ver cuerpos humanos destrozados.

Asimismo, indicó que la causa del trauma de la guerra fue representada dentro de las tragedias griegas y se muestra la ira de Aquiles y la muerte de Patroclo en la guerra de Troya, tragedias las cuales expresan aflicción y sufrimiento al mostrar la locura enceguecedora de la guerra. Sin embargo, indicó que existe una especie de sanación al tormento humano a través de la terapia ejemplificada en Ulises al aceptar el fallecimiento de su amigo y sepultarlo como un héroe, con grandes honores por medio de un suntuoso ritual funerario.

Agregó que enterrar a los muertos constituye una especie de catarsis o curación puesto que con ello se le da sentido a la perversidad o se piensa bonito con el cielo, los ángeles y el paraíso. Especificó que al pensar en lo impensable, en la barbarie y en la crueldad, ahí nace la terapia porque eso nos impulsará a cuidar del prójimo, hacer cosas agradables, rechazar la brutalidad y todo aquello que implique violencia.

Mencionó que actualmente el hombre vive con ansiedad, angustia y que no encuentra la paz interior, pues se encuentra aprisionado sin poder explayarse, por lo tanto estalla por otros medios y recurre a los psicofármacos, con el propósito de encontrar una salida a sus problemas pero vanamente esa no es una solución. Asimismo, expresó que el hombre contemporáneo ha sido expuesto a su cruel realidad  donde impera la barbarie, el sin sentido, la estupidez, por lo que debe buscar un proyecto de vida coherente, el cual tenga un sentido y nos forme para convivir armoniosamente con nuestros semejantes.

Además, manifestó que en la actualidad el ser humano se preocupa más de la depresión que de la historia, quien nos muestra cómo el proceso civilizatorio ha generado histeria, gritos de angustia, opresión, torturas, sufrimientos, miseria, guerras, familias desintegradas, drogadicción, asesinatos y destrucción del medio ambiente. Puntualizó que a todo eso se suman ecocidios, fanatismos religiosos, pornografía, desesperanza, un mundo sin piedad y deshumanizado, corrupción en todas partes, rapiña, donde la economía y el consumismo lo dominan todo, provocando problemas filosóficos, políticos, éticos y lógicos, que aparentemente no tienen solución.

Desde su punto de vista, el desarrollo de la ciencia y la tecnología busca que el hombre no sea libre para poder convertirlo en su esclavo, verlo como un bicho económico, transformado genéticamente, sin colesterol, ni diversiones, sin el problema de la diabetes, ni de ningún tipo de enfermedad y no se canse físicamente; en pocas palabras, un hombre mejorado a través de la genética. Enfatizó que también sería un ser humano neurocontrolado por medio de la cibernética, logrando de esta manera tener una sociedad indiferente pero cuya conducta estará programada intencionalmente a través de la cibernética.

Para concluir, añadió que el pensamiento actual por desgracia aniquila toda posibilidad de llegar a una cicatrización de los numerosos conflictos, problemas y desastres que hemos creado a lo largo de la historia y tampoco comprendemos el gran daño que estamos causando y viviendo en una tragedia.  

Este evento tuvo lugar en las instalaciones de la Dirección General de Cultura y Educación del Gobierno Municipal de Guanajuato, en donde Eduardo Estala Rojas, director general del Mexican Cultural Centre (MCC), hizo entrega de los reconocimientos respectivos al Dr. Luis Fernando Macías García y a la Dra. Lidia Ángeles García González, profesora e investigadora de la Universidad de Guanajuato, quien hizo la presentación de esta conferencia. Finalmente, agradeció el apoyo para la organización de esta actividad a Alfonso Seiva García, Edith Fabiola Mares Villalpando, Juan Antonio López García, Jesús Manuel Gutiérrez Madrid, José Manuel Amezquita Huerta, Luis Alberto Lightbourn Rojas, Krisztina Zimányi, Zulma Lona, Sonia Karina Aguirre Flores y Romualdo Díaz Chávez.

Gustavo Cabrera Flores es ingeniero geólogo, ingeniero químico, contador público, periodista y relator del Mexican Cultural Centre (MCC).