
El Mtro. Ricardo Almanza Carrillo es profesor en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Guanajuato. Crédito de la fotografía: Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, México.
Por Gustavo Cabrera Flores
Teniendo como escenario al Museo Palacio de los Poderes de la ciudad de Guanajuato, México, el pasado 18 de agosto de 2021, se inició un ciclo de conferencias sobre diversos temas relacionados a la masonería, esto como parte de la exposición: “Un Simbólico Palacio Guanajuatense. Nobleza, Poder y Belleza”. En esta ocasión, el maestro Ricardo Almanza Carrillo, sustentó la interesante conferencia titulada “El Teatro Juárez: una visión entre columnas”.
En este evento, hicieron acto de presencia la Lic. Adriana Camarena de Obeso, titular del Instituto Estatal de Cultura de Guanajuato, miembros del Supremo Consejo de Soberanos Grandes Inspectores Generales del 33° y último Grado del Rito Escocés, Antiguo y Aceptado para la Jurisdicción Masónica de los Estados Unidos Mexicanos; entre ellos, el Dr. José Humberto Zenteno Manzano, Ilustrísimo Primer Gran Teniente, el Mtro. Eduardo Estala Rojas, Excelentísimo Gran Canciller, el Ing. Francisco Javier Jiménez Franco, Ilustrísimo Gran Inspector, y el Mtro. Antonio Galván García; bajo la dirección del Dr. Luis Alberto Lightbourn Rojas PhD, Muy Poderoso Soberano Gran Comendador y Gran Maestre de la Orden.
Un panorama general
La contextualización al referido tema estuvo a cargo del Dr. Gilberto Martiñón Cano, quien presentó un panorama general acerca de la historia y la arquitectura del Teatro Juárez inaugurado oficialmente el 27 de octubre de 1903 por el General Porfirio Díaz Mori, entonces Presidente de México.
Al hacer uso de la palabra enfatizó que el origen de este edificio se remonta hasta 1663 con la construcción del Convento de los Dieguinos Descalzos, posteriormente destruido en 1861 a causa de las Leyes de Reforma para convertirlo en el Hotel Emporio, el cual correría la misma suerte y sobre sus ruinas comenzaría a ser edificado durante 1873 el actual Teatro Juárez.
Precisó que su construcción duraría 31 años, la cual fue llevada a cabo por dos prominentes arquitectos: José María Noriega quien inició la obra y Antonio Rivas Mercado quien la concluyó, teniendo un estilo arquitectónico ecléctico donde se mezclan armoniosamente el barroco churrigueresco, el neoclásico y el morisco (árabe).
Enseguida, agradeció el apoyo recibido para la realización de estos eventos, por parte del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, a través de su titular la Lic. Adriana Camarena de Obeso y de su director de museos, el Mtro. Arturo López Rodríguez, así como del Supremo Consejo de Soberanos Grandes Inspectores Generales del 33° y último Grado del Rito Escocés, Antiguo y Aceptado para la Jurisdicción Masónica de los Estados Unidos Mexicanos, la Muy Respetable Gran Logia del Bajío y el Mexican Cultural Centre (MCC), Reino Unido.
El Teatro Juárez
En tanto que el Mtro. Ricardo Almanza Carrillo, ponente de la conferencia: “El Teatro Juárez: una visión entre columnas”, quien es profesor en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Guanajuato y ostenta los grados de maestrías en Restauración, Planeación Urbana y Desarrollo Docente, además de publicar diversos artículos sobre desarrollo urbano.
Al respecto, dio una explicación detallada tanto del exterior como del interior de este edificio el cual ha estudiado desde hace 15 años, indicando que allí se conjuntan el estilo Barroco -donde se utilizan muchas imágenes para narrar una historia- y el estilo neoclásico, esta última expresión artística que emplea líneas rectas y pocos elementos. Y tras esa sencillez conduce de lo divino a lo humano por ese motivo.
Influencia masónica
Resaltó la influencia masónica en diversos edificios de Guanajuato Capital pues las obras con dichas características fueron construidas casi simultáneamente con la intención de poder formar un circuito, como sucede con el Teatro Juárez, la Estatua de la Paz y el Palacio de los Poderes todas inauguradas durante 1903 por el General Porfirio Díaz Mori.
Agregó que en el Teatro Juárez están presentes los ángulos de 30° y 60° con los cuales se pueden trazar líneas que conducen hacia diversos puntos de contacto que coinciden a ciertas alturas y además existen ángulos de 45° entre las uniones de los pedestales y de los obeliscos, asimismo en diferentes elementos arquitectónicos puede encontrarse la proporción aurea.
Referente a las Musas de la fachada, en su opinión, no falta ninguna porque son 8 y la número 9 que corresponde a Erato la musa de la poesía lírica y erótica está presente en espíritu pues el Teatro Juárez se halla dedicado a ella, lo cual se pone de manifiesto debido a la constante presencia de la lira en este edificio y con la que se le identifica a dicha musa.
Elementos simbólicos
De igual manera, abordó lo relativo al significado de los elementos simbólicos existentes en dicho inmueble mencionando que a la entrada hay 12 columnas que son los 12 trabajos de Hércules, los 12 meses del año, así como al zodiaco mismo, las guirnaldas identificadas en la decoración representan a la inocencia y las virtudes, los leones a los costados son los guardianes de los sitios sagrados, los sátiros a la poesía erótica, las ninfas a la dualidad luz y sombra, positivo y negativo.
Añadió que los techos transparentes del interior representan a la luz del conocimiento, el candil con la forma de una estrella de 6 puntas corresponde al Sello de Salomón y apuntan hacia distintos rumbos geográficos, al interior en la sala de espera existen 4 grupos de columnas, cada uno con 3, formando 4 escuadras de 90°.
Finalmente, señaló que en la Gayola, se encuentran estrellas de 6 puntas con flechas apuntando hacia abajo y 6 marcadores con la forma de una flor de lis cuya interpretación estaría asociada a la realeza.
Para más información del ciclo de conferencias, clic aquí.
- Gustavo Cabrera Flores es Ing. Geólogo, Periodista, Ingeniero Químico y Contador Público.