El Mexican Cultural Centre comparte en exclusiva cinco poemas del poeta mexicano Ricardo Venegas,* de su último libro La sed del polvo, antología poética 1995-2013 (Conaculta/Inba/Sep/ Ediciones Eternos Malabares, México, 2013).
I
Atrás lo que podría recordar
en una aparición de escenas
donde las soledades se reunieron,
atrás es vida eterna para mis muertos,
los más amados en el viento
y en la congregación de los venenos.
A esta cita del presente he asistido
con la puntualidad de un marcapasos
y no hay mirada vasta que precise
por qué sigo creyendo que somos
los que estamos vivos.
II
Queda el ondear
de sílabas perdidas en la lluvia,
el cuerpo viejo que se despide
como fruto caído
del árbol más vital.
Contemplo al que se va
con esa necedad de quien arregla el mundo
antes de no volver,
antes de irse
a donde ya no importa
de qué tiempo venimos,
a donde ya no importa
ni tu nombre ni el mío.
III
Nos quedamos varados bajo el árbol
y sentimos un aire de distancia,
descanso acompañado sin saberlo
y es la primera vez que veo al viento.
IV
Atrás de mí viene el que escribe,
pero otro se adelanta
con la primera frase,
alguien con la costumbre de interrumpir
reprende a su adversario
mientras el vagabundo en mí le dice al educado
que se calle y le grita un conjuro
que nos deja sin habla,
caigo al abismo del nómada
y dejo de lidiar conmigo mismo
para seguir en la batalla.
V
¿Por qué no baja Dios
y nos abraza?
*Ricardo Venegas, mexicano, estudió Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y la Maestría en Literatura Mexicana en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, BUAP, aprobado con Mención Honorífica. Textos suyos han aparecido en una veintena de revistas latinoamericanas, en los periódicos Crónica, El Financiero, Excélsior (en los suplementos El Búho y Arena) y en La Jornada Semanal (suplemento del diario nacional La Jornada), en donde publica su columna Bitácora bifronte. Su trabajo ha sido incluido en innumerables antologías. Es autor de los libros de poesía El silencio está solo (Eternos Malabares, 1994), Destierros de la voz (La Hoja Murmurante, 1995), Signos celestes (Fondo Editorial Tierra Adentro, 1995), Caravana del espejo (Instituto de Cultura de Morelos, 2000), La sed del polvo (Eternos Malabares, 2007), Turba de sonidos (Ediciones La Rana, 2009); también es autor de Escribir para seguir viviendo (Universidad Autónoma del Estado de Morelos, 2000) y Sendas de Garibay: memoria, espíritu y astucia (Coed. Eternos Malabares/Conaculta, 2010), el primero de entrevistas con Ricardo Garibay y el segundo de ensayos sobre la obra del novelista. También de Con-versaciones, entrevistas a poetas de los 50 (Conaculta/Inba/Sep/ Ediciones Eternos Malabares, 2013), Estaciones bajo el volcán, antología de la reciente poesía morelense, (Conaculta/Inba/Sep/ Ediciones Eternos Malabares, 2013) y La sed del polvo, antología poética 1995-2013 (Conaculta/Inba/Sep/ Ediciones Eternos Malabares, 2013). Ha sido becario del Instituto de Cultura de Morelos (1997-1998), del Centro Mexicano de Escritores, bajo la tutoría de Carlos Montemayor y Alí Chumacero (2003-2004) y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (2005-2006). En 2008 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta.