Nuestra misión como mexicanos

Adriana Elizabeth Vera Pérez*

De acuerdo al Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española, vigésima segunda edición, el término ‘cultura’ se define como “el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico e industrial en una época, grupo social”. Otra definición es “el conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo”. Por otro lado, ‘arte’, de acuerdo al mismo diccionario, es “la manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”.

Basándonos en estas definiciones, tanto la cultura como el arte (éste último como parte intrínseca de la cultura misma), forman entonces la esencia, la razón de ser, de existir, de la vida de una comunidad, de un pueblo, de una nación. Se dice que se puede apreciar, valorar y entender de una mejor manera a ‘algo’ o a ‘alguien’ cuando se le conoce más, opinión con la que estoy de acuerdo. Si nos interesamos por llegar a saber, a conocer más sobre una persona, un pueblo, un movimiento social o un país, hasta de un animal o un fenómeno natural, podemos entender mejor las causas o motivos de su existencia, de su conducta, de su origen, de su influencia, de su transcendencia…de otra manera, el juicio y/o percepción que podamos tener sobre ese ‘algo’ o ‘alguien’ en particular, pudieran ser muy vagos o superficiales.

Ilustración: JOSE SANTOS / Monkey on a boat

Ilustración: JOSE SANTOS / Monkey on a boat

Hablando concretamente de nuestro país, México, es un hecho que aún habiendo nacido y crecido ahí mismo, la mayoría de los mexicanos no conocemos lo suficiente o desconocemos por completo nuestro propio origen, de dónde venimos, quiénes fueron o son todavía los diferentes grupos indígenas que habitaron o siguen habitando nuestra nación, cuáles fueron o siguen siendo sus dialectos, costumbres, religión, alimentación, arte, su estructura familiar, social, laboral, política, sus formas de gobierno; es decir, en otras palabras, ¿qué forma nuestra cultura?  Y hablando más directamente sobre nuestra historia como nación a lo largo del tiempo, muchos sabemos muy poco o desconocemos por completo cuáles fueron los hechos acontecidos en la época de la conquista, las primeras formas de gobierno, el movimiento de independencia y la revolución, hasta sobre el México constituido después de la misma y hasta nuestros días, incluyendo los problemas económicos, sociales, politicos y ambientales que enfrenta.

Como se mencionó anteriormente, si nos tomamos el tiempo, si tenemos la disposición de conocer, de aprender más sobre nuestro país, podemos apreciarlo, valorarlo y entenderlo mejor a través de sus orígenes e historia, de su cultura. Si apoyamos la cultura y el arte tanto en nuestro país como desde el extranjero, podemos encontrar un sentido de identidad a nuestra propia persona y a nuestra nación como tal. Y esto va más allá. A nivel familiar y desde cualquier lugar donde estemos, ayudamos con esto también a fomentar en nuestros hijos el conocimiento, aprendizaje y el amor por nuestras raíces. Todo esto nos fortalece, para que tanto individualmente,  como también de una manera conjunta como nación y en donde quiera que nos encontremos, nos motivemos a aportar lo mejor de cada uno, dentro de nuestras familias, dentro de cada trabajo o actividad que desempeñemos, dentro de la comunidad, a través  de objetivos y metas claros por alcanzar y que sean de provecho y de transcendencia para todos.

Podremos ver los resultados de este esfuerzo individual reflejados en un mejor país en los días presentes y futuros. Si conocemos de dónde venimos y lo aprendemos a amar y a apreciar, desde lo más profundo de nuestro ser, y encontramos al fin ese sentido de identidad que parece perderse entre lo superficial y lo frívolo, si nos permitimos conocer más sobre nuestra propia cultura y sus más variadas expresiones como el mismo arte, si podemos decir con orgullo quiénes somos y logramos transcender y dejar huella desde donde la vida nos lleve y nos permita dar frutos, con valores tan sólidos como la honestidad, la integridad, la verdad, la responsabilidad, nuestra propia identidad, entre muchos otros, podemos haber realizado nuestra misión de vida.

 Adriana Elizabeth Vera Pérez, mexicana, trabaja en el Programa de Historia Latinoamericana, Departamento de Historia, Universidad de Chicago. Egresada del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, ITESM, México. 

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.