Mario Eraso Belalcázar

Cementerio

 

Mario Eraso Belalcázar. Fotografía de Eduardo Estala Rojas.

Mario Eraso Belalcázar. Fotografía de Eduardo Estala Rojas.

 ***

Páramo

El árbol pelado

Ardiendo

 

 

***

El rayo

Concentrado en la vanidad

De su resplandor

 

 

***

Tocada por los holgazanes

Del misterio

Abierta a chorros y devaneos

Frecuentada ardorosamente

En bares y prostíbulos

En sábanas untadas de esplendor

Roja como la lengua de los tigres

Ausentes

 

A veces

Una rata colgando de la joroba

De un rey

Otras

El peciolo rajado de la luz

Que todo lo oscurece

 

***

El límite del cuerpo es otro cuerpo

 

La noche         cuerpo hambriento

            Que el alba alimenta

Sol       cuerpo

            Donde se reclina el vientre del agua

 

Donde está la boca

            La herida pide nuevas heridas

            La herida no cesa de ser herida

            Ni el cuerpo nuevos cuerpos

 

Tu mano en mi cuerpo

Siembra heridas que renacen en besos

            Que renacen en heridas

 

Mi boca nombra tu cuerpo

Tu cuerpo aparece en mis manos

Como besos de la noche

Más antiguo que los viejos y que las estrellas

***

“Balada imperfecta del dolor”

 

Mi dolor es un necio varón de alas negras

Mi dolor se esconde y da la cara tras el dolor

                                                            Y del dolor

Mi dolor se marcha y me encuentra

                                    Donde me duele

Mi dolor es el dolor del dolor de mi dolor

                                    Es el dolor del dolor

Mi dolor deletrea los murciélagos

                        Que sobrevuelan mi dolor

Que se esconde y da la cara y se marcha

Dolor es decir decir decir dolor dolor

Ciudad de nieve y dolor

Mi dolor es una rosa violenta

                        Y negrísima     una rosa

Aquí adentro donde huele a dolor de rosa

De rosa de rosas de dolor de rosas

Mi dolor mi angustia soy un perro una llama

De dolor de piedras de lanzallamas

De dolor y dolor

Mi dolor me duele mi dolor

*** 

Mario Eraso Belalcázar, colombiano, es doctor en Literatura Hispánica por El Colegio de México. En 2009, realizó una Estancia Posdoctoral en el Instituto Tecnológico de Monterrey (sede Monterrey). Ha dado ha conocer tres poemarios: Extravío (edición de autor, 1993), Cementerio (Ediciones Sin Nombre, Bogotá, 2005) y Oro (Ediciones Sin Nombre, México, 2011), y un libro de crítica literaria: Cordón de plata: Diez poetas latinoamericanos nacidos en la década de los años cuarenta del siglo XX (Ediciones Sin Nombre, México, 2010). En revistas como Anales de Literatura Hispanoamericana, Letras Libres, Crítica, Cuadernos de Literatura, entre otras, ha publicado artículos especializados sobre Juarroz, Gómez Jattin, Borges, López Velarde o Castañón. Ha comienzos de 2014 publicó en Literatura Mexicana, la edición crítica de dos poemas extensos de Carlos Pellicer: “Variaciones sobre un tema de viaje” y “Semana holandesa”.  

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